El Gobierno del país asiático había advertido a la Organización Mundial de la Salud (OMS) que un virus desconocido provocaba una neumonía atípica. Estas declaraciones podrían derivar consecuencias graves a la institución dirigida por Tedros Adhanom Ghebreyesus.
La polémica inició después de que la OMS desmintiera que Taiwán había advertido sobre el brote de un nuevo tipo de neumonía que se había comenzado a observar en Wuhan, China. Sin embargo, el Centro para el Control de Enfermedades de aquel país emitió un comunicado en el que revelan el contenido y la fecha de envío de la carta.
El correo electrónico hecho público señala: “Fuentes de noticias indican hoy que al menos siete casos de neumonía atípica fueron reportados en Wuhan, China. Sus autoridades sanitarias respondieron a los medios que no creían que los casos fueran SARS; sin embargo, los ejemplos están todavía bajo estudio, y los casos fueron aislados para tratamiento. Agradecería mucho si tienen información relevante para compartir con nosotros. Muchas gracias por su atención en este asunto”.
Además el gobierno de Taiwán explicó que desde el 2003 que el país ya tuvo una experiencia con la epidemia de SARS han hecho un seguimiento sobre el nuevo brote. Por lo que el 31 de diciembre de 2019 enviaron dicho correo a la OMS.
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Por otro lado, un coordinador de la OMS respondió al medio Infobae, con un breve ensaque decía que la información de Taiwán había sido enviada a colegas expertos y China solo proporcionó un comunicado de prensa.
El día en que se envió el correo electrónico a la OMS, el gobierno de Taiwán activó el control fronterizo mejorado y las medidas de cuarentena basadas en el supuesto de que la transmisión de persona a persona estuviera ocurriendo. Estas medidas incluyeron la detección de pasajeros en vuelos desde Wuhan antes del desembarque.
En enero Taiwán envió expertos a Wuhan para comprender mejor la epidemia, las medidas de control tomadas allí y el historial de exposición de los pacientes. Con base en investigaciones preliminares, pudieron determinar que la neumonía podría propagarse a través de la transmisión de persona a persona.
El Gobierno de Donald Trump también ha hecho acusaciones a la organización y amenazó con dejar financiamiento si se llegara a comprobar que la OMS trabajó para ayudar a China en el ocultamiento del inicio de la pandemia sin dar un alerta temprana y contundente a la comunidad internacional.