El Chavo del Ocho y Las Tortugas Ninja, los monigotes más pedidos de la 6 de Marzo
Redacción martes, 30 diciembre 2014 - 03:52
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Son 17 cuadras de pura creatividad, papel, viruta, tela, colores y de historia. En la tradicional calle 6 de marzo, desde Franco Dávila hasta Venezuela, se exhiben cientos de monigotes que representan básicamente el año que termina, de dejar atrás el 2014 para empezar uno nuevo con optimismo.
La Pantera Rosa, Condorito, Jaime Nebot, Rafael Correa, Elsa de la película animada Frozen, la Mofle, Toro de Barcelona o un Bombillo de Emelec, son algunos de los personajes que están a la venta en esa zona.
Hacer estas figuras toma tiempo, por eso
la mayoría de los artesanos comienzan a trabajar desde agosto, para tener una variada oferta durante diciembre.
¿Cómo escogen a los personajes? Esto se basa simplemente en lo que pasó y la influencia que tuvieron esas figuras en el año. Por ejemplo, la muerta de Chespirito, Roberto Gómez Bolaños, fue inspiración para que los artesanos de la 6 de Marzo recrearán El Chavo del Ocho, el Chapulín Colorado y a otros personajes de La Vecindad, como Quico, Doña Florinda y el Señor Barriga.
Xavier Quiñónez, artesano, hizo un Chapulín de 2.30 metros de altura, solo que este es original, tiene músculos. Él asegura que la ciencia ficción es parte de su trabajo, mismo que empezó hace cuatro años.
"Aquí utilizo papel, almidón, cemento de contacto, pintura y siempre hago monigotes grandes", explica.
Este año los monigotes más solicitados son Las Tortugas Ninja, pues la película se estrenó en agosto de este año y fue la atracción de niños y adultos.
Los precios varían según su tamaño: uno de 80 centímetros puede costar desde 35 dólares, y aquellos que pasan los 2 metros cuestan más de 100 dólares.
Sin embargo, en medio de todo este arte también los
visitantes nacionales y extranjeros disfrutan de la gastronomía guayaquileña. En las calles 6 de marzo y Gómez Rendón está la Chicha Resbaladera 'La Tradicional', una de las huecas del Municipio.
Ángel Barba, propietario junto con su esposa Rosita Amendaño, afirma que su local es una "parada obligatoria". "En medio del corre corre de la gente, siempre se detienen para descansar y tomar algo".
Cuenta que los
dos últimos fines de semana de diciembre el movimiento aumenta. Un vaso pequeño de chicha cuesta $ 0.50, además ofrece empanadas de viento, quesadillas, deditos, tortas, churros, entre otros bocados.
