Quito.- El Gobierno aclaró este sábado que el
presidente Rafael Correa no acompañó la caravana del papa Francisco a su llegada, el pasado domingo, a Quito, y que por lo tanto la sonora pitada que se escuchó tras el paso del pontífice no fue contra el mandatario.
Los silbidos, acompañados de gritos de
"fuera, fuera" y también de aplausos y risas, se escucharon al paso de uno de los vehículos que recorrieron una de las vías de acceso a la ciudad segundos después de que lo hiciera el papamóvil.
Desde hace algo más de un mes, grupos de manifestantes han protestado reiteradamente en Quito, Guayaquil y otras ciudades del país en contra del anuncio del presidente de buscar en el Parlamento la aprobación de leyes que elevarían los impuestos a las herencias y a la plusvalía.
Aunque los proyectos han sido retirados de forma temporal, las protestas, a veces violentas, se han mantenido hasta vísperas de la llegada del papa.
En un carta enviada a Efe, el
secretario nacional de Comunicación, Fernando Alvarado, precisó que, según un informe de la Policía, "el vehículo en el que se transportaba el primer mandatario no formó parte de la caravana que trasladó al sumo pontífice desde el aeropuerto a la Nunciatura Apostólica".
Asimismo, dice que otro informe policial asegura que la caravana que acompañó al papa Francisco estuvo conformada por motorizados y automóviles oficiales para transportar a miembros de la delegación y
"no contó con la presencia del Jefe de Estado", por lo que pidió que se rectifique una información difundida ese día, al considerarla "alejada a la verdad".
Ese informe asegura que el vehículo que transportaba a Correa "tomó la vía Collas", ruta distinta a la de la caravana del papa,
"15 minutos después de que el santo padre abandonara el aeropuerto".