Unas 150 personas defendieron en Ecuador los derechos de la comunidad Glbti (gay, lesbianas, bisexuales, transexuales e intersexuales) y rechazaron la homofobia con una "besada pública".
"La besada pública, más allá de un beso como tal, es luchar por la libertad de afecto (...) Nos dan garantías de que podemos vivir en paz, pero en la práctica somos discriminados", dijo a la AFP Danilo Manzano, organizador del encuentro.
A la cuenta de tres, las parejas homosexuales y heterosexuales que acudieron a la concentración se besaron en una concurrida plaza de Quito ante la mirada de los transeúntes.
Con carteles que decían "besos contra la homofobia" y "más amor, menos discriminación" los colectivos Glbti se manifestaron el viernes 16 en contra de la exclusión en los espacios públicos.
"Yo sé lo que soy y lo que hago y no hago daño amando a una mujer", comentó a la AFP Gioconda Córdova, una tatuadora de 25 años, que reconoció haber sido discriminada al dar muestras de afecto a su pareja en las calles.
Diego Apolo, un estudiante de 19 años, contó a la AFP que "no nos podemos tomar de la mano en la calle porque nos ven feo". Es momento de que "las demás personas comprendan que somos normales", agregó.
En agosto pasado, el presidente Rafael Correa ordenó a la autoridad de Registro Civil ampliar la inscripción de las uniones de hecho entre homosexuales a sus documentos de identidad, tal como ocurre con las parejas heterosexuales.
La norma que les autoriza a registrar sus uniones en las cédulas de ciudadanía no implica un reconocimiento del matrimonio entre parejas del mismo sexo, pero ha sido calificada como un "gran paso" por activistas.
La Constitución de Ecuador concede los mismos derechos a la convivencia de hecho que a los matrimonios civiles y religiosos.
No obstante Correa, un izquierdista católico de 51 años, se opone al matrimonio entre homosexuales y a la adopción de hijos por parte de esas minorías.