80 familias corren el riesgo de que sus casas se derrumben debido a que están asentadas en uno de los cerros cercanos a Nueva Prosperina, en Guayaquil.
El fin de semana una vivienda se derrumbó y personal de la Secretaría de Gestión de Riesgos ayudó a los damnificados. Sin embargo, la familia perjudicada pide ayuda para levantar nuevamente la construcción.
Andrea Vega, propietaria de la casa afectada, que está ubicada en el noroeste de Guayaquil, asegura que tiene que remover los escombros para tratar de recuperar algunas de sus pertenencias. Ella desea tener un terreno para construir su vivienda. "Esto es un peligro que todavía sigue, yo lo que quiero es que me den un solar para hacer una casita, se me dañaron todas mis cosas y se quedó la cocina, la refri, no tengo nada de esas cosas”.
Vega dice estar consciente de que la zona en que vivía es considerada de alto riesgo por las autoridades, más aún en época invernal.
Al igual que Vega, los demás moradores de esta zona piden al Municipio y al Gobierno la construcción de un muro de contención al pie del cerro para evitar un deslave.
Ana Soria, habitante del sector, asegura que debido a estos deslaves se les ha informado que deben retirarse del lugar: “(Vinieron) a decirnos que nos tenemos que ir como 80 familias, pero tampoco así que nos vamos a ir por irnos, porque nosotros no tenemos dónde estar”.
Varios propietarios de las casas, que en su mayoría son de caña, temen que con una fuerte lluvia el cerro ceda y destruya las viviendas.
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