Como es el mes de las mamás, es importante mencionar los cuidados que se deben tener con aquellas futuras madres de perros y gatos. He aquí algunos puntos clave para entender los cambios propios de la gestación y cuidar de su bienestar y el de sus cachorros.
INSTINTO MATERNAL
A diferencia de los seres humanos, en las mascotas el instinto maternal se desarrolla durante el embarazo, por un alto flujo de hormonas propias de la gestación y no previamente por un pensamiento propio. Una vez que se da la reproducción, se empiezan a desarrollar conductas maternas de cuidado, alimentación y protección de las crías.
PROBLEMA EXPONENCIAL
A pesar de no ser necesario en perros o gatos, aún hoy existen personas que consideran que todas las mascotas deben tener cachorros, evitan la esterilización temprana y, en muchos casos, permiten la reproducción frecuente y con ello el maltrato animal a futuro, pues lamentablemente no todas las crías tienen la posibilidad de encontrar un hogar que los acoja, los cuide y les dé todo el cariño que se merecen.
La reproducción inadecuada y descontrolada origina varios problemas. Uno de los principales es el incremento de las cifras de abandono, ya que muchas de esas camadas terminan siendo desatendidas en las calles o en fundaciones a la espera de una oportunidad de hogar. Otro tiene que ver con el deterioro físico, fisiológico y etológico que sufren las hembras que son reproducidas constantemente. La gestación trae consigo cambios como el aumento del contorno abdominal, ensanchamiento de las caderas, liberación de hormonas, anemia a causa de la destinación de nutrientes de la madre para la formación de los cachorros, entre otros.
Dichos cambios pueden deteriorar su salud llegando a producir daños irreparables y, además, enfermedades en las crías por una inadecuada disposición de nutrientes y el gasto genético proveniente de la madre. Para evitarlo, la mejor solución es esterilizar a tiempo a las mascotas. Esta también es otra forma de expresar amor, cuidado, respeto y protección a las mascotas.
FUTURAS MAMÁS
Si la reproducción es inminente, existen una serie de consideraciones que sus humanos deben tener en cuenta antes, durante y después del periodo de gestación. Estas son algunas:
● La gestación canina tarda aproximadamente entre 58 y 68 días y en las felinas, de 58 a 67 días. Todo depende del número de embarazos que haya tenido previamente, la raza y la nutrición, entre otros factores.
● El embarazo trae consigo cambios, principalmente tienen que ver con variaciones en el apetito, que puede verse disminuido o aumentado, según la madre. Tienden a dormir más, preferir la calma y la quietud, están menos activas y juguetonas. Buscan previamente por instinto sitios calmados para tener sus cachorros, y tienden a mostrarse más nerviosas, consentidas y, en algunos casos, agresivas por instinto de protección. Además, es fácil notar cambios corporales, como el aumento del contorno abdominal; inflamación, enrojecimiento y secreción de las glándulas mamarias; aumento de la temperatura e incremento de las micciones.
● La alimentación proveerá no solo a la madre los nutrientes necesarios para el mantenimiento corporal, sino que les brindará a las crías el crecimiento y desarrollo que requieren. Por este motivo es importante no solo la cantidad de alimento, sino también su calidad. La recomendación es que el alimento sea rico en proteínas, minerales, vitaminas y energía, que se aumente la cantidad en aproximadamente un 25 por ciento, y que se mezcle comida de adultos con comida de cachorros, conforme avance la gestación.
● Visite al médico veterinario para conocer no solo el número de cachorros, sino la posición en la que vienen, el tamaño y la salud de estos; todo esto ayudará a detectar posibles complicaciones durante la gestación y también al momento del parto.
● Brinde a su mascota un entorno tranquilo y que cuente con todo lo que pueda llegar a necesitar: cama cómoda y a una temperatura adecuada, lugares para refugiarse, comedero, bebedero y arenero; que esté lejos de estímulos visuales, auditivos u olfatorios fuertes, y que les permita a la madre y a las crías estar seguras.
● Es importante que la madre esté al día con sus vacunas y desparasitaciones, y también que se encuentre lo más limpia posible. Para tal fin, evite los baños en las primeras semanas y haga solo uno o dos durante el embarazo.
● Las caminatas y la actividad física moderada ayudan a mantener su organismo sano y activo, y, además, huesos y músculos saludables y preparados.
● Recuerde ser siempre amoroso, cuidadoso, cariñoso en su acompañamiento a la futura madre.