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Mindfulness: Aprendiendo a estar presente

31 mayo 2024 - Bienestar

Una de las principales razones por las que decimos que la mente está “en otro lado”, es porque no entrenamos nuestra atención. Así lo explica la psicóloga clínica Martha Martínez, quien señala que por vivir en una sociedad que a diario nos exige hacer más y manejar muchas cosas a la vez, hemos llegado a definir la eficiencia y el éxito por la cantidad de cosas que hacemos al mismo tiempo, lo cual es un grave error, porque lo que realmente estamos consiguiendo es confundir muchas áreas del cerebro, llevándolo hacia la incapacidad de enfocarse, prestar atención y memorizar.

Por su parte, Andrea Pareja, entrenadora de mindfulness (atención plena en español), comenta que el 80% de nuestros pensamientos se repiten a diario, lo que provoca que se creen conexiones neuronales que se vuelven automáticas, y al hacerlo, eso de lo que antes éramos conscientes se integra a los pensamientos de los cuales no somos conscientes. Y es lo que sucede cuando nos preparamos para caminar o conducir, como se trata de algo que practicábamos y pensábamos todos los días, y que nos costó aprender, con el tiempo se volvió automático y ya no somos conscientes de los procesos mentales que suceden para que caminemos o conduzcamos cada día.

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De la misma manera, cuando todos los días estamos pensando en el futuro, qué vamos a estudiar después, en qué vamos a trabajar, cómo vamos a lograrlo, se produce una emoción: la ansiedad, por lo tanto comenzamos a vivir en estado ansioso todo el tiempo, porque ya se creó una conexión neuronal que no logramos identificar con facilidad.

Igual sucede con la atención hacia el pasado, cuando todos los días pienso en eso que me pasó cuando era niña, y en caso de un trauma más todavía, entro en estado de depresión, porque se creó una conexión neuronal que se vuelve automática. Por lo que practicar ejercicios de atención al pensamiento, por ejemplo, mindfulness, es efectivo para observar esos patrones mentales de manera intencional y hacer algo al respecto.

Detente y respira

Una de las claves para estar presente es parar, respirar y mirar hacia dentro para volver mentalmente al rato que se está viviendo. Andrea Pareja explica que se puede pensar en el pasado y en el futuro, pero no se tienen pensamientos sobre el presente, solo acciones, y es precisamente ahí donde debemos fijar nuestra atención, en lo que está sucediendo en este momento. “Lo demás son divagaciones de la mente, que al permitirlas por largos períodos, corremos el riesgo de ausentarnos y perdernos momentos valiosos del ahora”, reflexiona.

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Si se nos dificulta volver de nuestros pensamientos directamente a la acción que estamos realizando, una herramienta muy útil es la respiración, que es la base de todo porque aterriza al cuerpo. Prestar unos segundos de atención a nuestra respiración, no necesariamente profunda pero sí consciente, nos ayudará a observar nuestros pensamientos y emociones, y de esa manera reemplazarlos o reenfocarlos.

Escucha tu cuerpo

La psicóloga Martha comenta que otra de las herramientas para alcanzar la atención plena es escuchar las señales corporales. Suele ocurrir que estamos sentados frente al computador pero nuestro cuerpo se siente como si estuviéramos corriendo, y sucede porque nuestra mente lo está, va a mil por hora, y tiene una explicación. La amígdala es una glándula del cerebro que procesa estímulos y conecta al cuerpo con emociones relacionadas a la supervivencia, el miedo, el estado de alerta, entre otros; por la inmediatez y premura con la que vivimos actualmente, mantenemos la amígdala en estado de alerta constante, y por ende el resto de órganos también, lo que incluso puede llegar a provocar enfermedades.

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En esta línea, la mentora Andrea describe que el estado de alerta permanente nos mantiene en una producción de cortisol sinfín, pues la amígdala le ordena al cuerpo producir adrenalina y comienza a experimentar tensión muscular, pero no necesariamente porque hay estímulos externos o peligro alguno, sino que es algo de la mente. De modo que, recomienda, “cuando sientas que tu cuerpo tiene mucho movimiento interno y necesitas pararte e irte, hazlo, párate, camina por unos minutos, respira con atención, para que tu cuerpo se tranquilice y empieces a tener conciencia de cómo estás, qué está llenando tu mente, y enfocarte”.

Conoce tu mente

¿Con cuánta frecuencia eres consciente de que es la mente quien ordena al resto del cuerpo? Es súper importante conocer cómo es, saber si es una mente que idealiza todo o es muy pesimista, porque en ambos extremos se corren riesgos, sugiere la entrenadora de mindfulness. Está científicamente comprobado que el 91.5% de las cosas que pensamos nunca suceden, de modo que practicar la atención plena será útil para estar listo y prevenir choques mentales que provoquen emociones negativas y te impidan disfrutar el presente.

Además, es clave reconocer que al no entrenar la mente a diario con estos ejercicios, esta puede autosabotearse y tener pensamientos como “es difícil porque se me olvida”, y lo que en verdad pasa es que no se tiene la habilidad desarrollada de estar atenta a los pensamientos, pero al igual que cualquier otra habilidad, es algo que se aprende con la práctica constante e intencional. “No se trata de no pensar, porque darle lugar a los pensamientos es maravilloso, y hasta resulta divertido, pero se trata de que tú elijas qué vas a pensar”, afirma la psicóloga clínica, y que a su vez, esos pensamientos no te priven de sentir y vivir el ahora.

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