Un viaje por Ica, el mágico desierto peruano
Cuando pensamos en Perú se nos viene a la mente Lima o Machu Picchu, pero este país guarda otros tesoros que deleitan la vista y renuevan el espíritu. Te llevamos por este recorrido lleno de aventura, historia y algo de misterio.
Cuando te dicen desierto, es probable que quizás tu mente viaje al Medio Oriente, pero Latinoamérica también cuenta con espectaculares paisajes de dunas, playas y oasis que te dejan pensando en la inmensidad de la creación, en esta ocasión viajamos para conocer el departamento de Ica, el desierto peruano.
Desde la Reserva Nacional de Paracas con su despampanante desierto costero, las encantadoras Islas Ballestas, pasando por la hipnotizante magia del oasis natural de Huacachina o una hacienda histórica de elaboración de Pisco, hasta sobrevolar las místicas y míticas Líneas de Nasca, acompáñanos por este recorrido turístico que te permitirá descubrir un destino diferente y lleno de aventura.
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El desierto costero peruano
Tomando carretera desde Lima, por la Panamericana Sur, a cuatro horas está el desierto peruano, la ruta es hacia la Reserva Nacional Paracas, una zona protegida del departamento de Ica que nos muestra desierto, con sus enormes dunas de arena al atravesarlo nos develan la costa, con sus atractivas playas de arena blanca y sus peñascos en los que las olas han creado construcciones naturales.
La primera parada justamente es para ver la imponente formación rocosa La Catedral, llamada así por la forma que posee, y aunque una parte de esta estructura natural se desplomó por el terremoto del 2007, aún guarda gran encanto.
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Se continúa por las playas balnearias Yumaque, La Mina o Raspón, las cuales con su arena blanca y agua clara invitan a meterse al mar. También hay playas solo para disfrutar de su paisaje como la Playa Roja que puede apreciarse desde su mirador.
Parte de esta reserva son las Islas Ballestas, a las cuales se puede acceder en embarcación.
En el camino a este santuario natural se deja ver el imponente geoglifo conocido como ‘El Candelabro’, una figura gigantesca diseñada sobre la arena de la cual se calcula que tiene más de 2500 años.
Al llegar a la isla, a la que solo desembarca personal autorizado, se pueden avistar lobos marinos, aves y pingüinos de Humboldt. Este lugar tiene gran importancia por la gran cantidad de guano (excremento de aves) que cae, el cual es recolectado y usado con éxito para la agricultura.
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Aventura en el desierto y un oasis natural
Si te hospedas en alguno de los preciosos resorts de Paracas este puede ser el punto de partida para conocer otros destinos cercanos, a poco más de una hora se encuentra la Huacachina, el único oasis natural de Sudamérica, un excepcional lugar que promete aventura en el desierto, como paseos en camionetas 4x4 manejadas por pilotos expertos, hasta picnics sobre la arena, una oferta muy popular para crear momentos inolvidables entre amigos o con la pareja.
Contemplar la caída del sol en el desierto, hacer sandboarding o pasear en bote en la laguna también está entre las actividades por hacer en este rincón que pareciese sacado de un cuento de ‘Las mil y una noches’, el cual tiene su propia leyenda se cuenta que una princesa inca que lloraba por su amor fue sorprendida por un cazador que la asustó, ella llevaba un espejo mágico que dejó caer el cual se convirtió en la laguna a la que ingresó para huir transformándose en sirena, se dice que ella aún se encuentra allí y se aparece para tentar a los hombres atractivos que caminan solos cerca del oasis al anochecer.
Las líneas de Nasca desde las nubes
Ver las Líneas de Nasca es uno de los grandes atractivos de Perú, y es que el volar sobre estos geoglifos gigantes trae muchas preguntas sobre cómo la cultura preincaica Nasca logró plasmar en pleno desierto estas grandes líneas con formas, que solo pueden ser observadas desde el cielo.
Con suerte durante el viaje se lograrán ver las 16 imágenes. Perro, Cóndor, Colibrí, Araña, Espiral, Flor, Árbol, Astronauta, son algunos de los dibujos creados.
Los estudiosos de esta civilización y de las líneas indican que este logro se dio porque este desierto en particular es de rocas y es como una gran pizarra que al rascar deja huellas difíciles de eliminar, además ayuda a su conservación el hecho de que no llueve en la zona y que los vientos ayudan a la limpieza natural.
Las evidencias señalan que se diseñaron a escala, con cuadrículas creadas con maderas y cuerdas de la época y se cree que fue la forma en que los nasca conectaban con sus dioses, aunque también se habla de que eran calendarios astronómicos. Son tan precisas y en algunos casos futuristas, como el Astronauta, que hay quienes creen que fueron hechas por seres interplanetarios.
El exquisito pisco peruano y su historia
A poco más de una hora de Paracas, en pleno valle de Ica, se encuentra un Patrimonio Histórico de Perú, la Hacienda La Caravedo, un viñedo que destila pisco. Fueron documentos originales que guardaba este lugar los que permitieron que se demostrara la denominación de origen de este aguardiente típico peruano y aunque Chile también lo disputa, la mayor aceptación internacional es por el de Perú.
Francisco Espino, experto destilador nos explica que hay más de una variedad de uva con la que se produce este licor y cada una ofrece sus particularidades, como la uva quebranta que convertida en pisco es de aroma y sabor potente a alcohol, pero al ser combinado con jugo es engañosa. El tour en hacienda permite conocer a fondo cómo se elabora el pisco, así como también catarlo.
Datos turísticos para descubrir Ica
Sin importar cuál de estos destinos quieras visitar o si los realizas todos, lo que además te ofrecen estas tierras llenas de encanto es parte de la celebrada gastronomía peruana. En la siguiente edición te contaremos más de este aspecto en nuestro recorrido por Lima.