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El príncipe Harry rompe el silencio y explica por qué renunció a la realeza

lunes, 20 enero 2020 - 10:35
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El príncipe Enrique, el nieto de la reina Isabel II que dejará de trabajar para la Familia Real esta primavera, ha admitido que hubiera querido seguir prestando servicio a su abuela sin fondos públicos, pero que "no ha sido posible".
 
Los duques de Sussex, Enrique y Meghan, han llegado a un acuerdo con la Familia Real británica para cortar los lazos con la monarquía y vivir en forma independiente en Canadá, lo que les ha obligado a perder el título de "Sus Altezas Reales".
 
En un discurso privado anoche ante la organización benéfica Sentebale, que ayuda a niños que viven con Sida en África, el hijo del príncipe Carlos y la fallecida Diana de Gales admitió que ha tomado la decisión de apartarse de la monarquía después de muchos meses de reflexión.
 
“Antes de comenzar, tengo que decir que solo puedo imaginar lo que habéis escuchado o leído en las últimas semanas… Así que quiero que escuchéis la verdad de mí, cuanto pueda compartir -no como Príncipe o Duque, sino como Harry, la misma persona que muchos de vosotros habéis visto crecer en los últimos 35 años-, pero desde una perspectiva clara” comienza. “El Reino Unido es mi hogar y el lugar que amo. Eso nunca va a cambiar. He crecido sintiendo el apoyo de muchos de vosotros, y he comprobado cómo habéis recibido a Meghan con los brazos abiertos, mientras me veíais encontrar el amor y la felicidad que he deseado toda mi vida. Finalmente, pillaron al segundo hijo de Diana, ¡hurra!” dijo, con un toque de humor.
 
Según dijo, Enrique, de 35 años, y Meghan, de 38, hubieran querido seguir sirviendo a Isabel II, de 93 años, pero sin fondos públicos, pero que eso "no ha sido posible", aunque dejó claro que ni él ni su mujer están abandonando al Reino Unido.
 
"El Reino Unido es mi hogar y un lugar que yo quiero, eso nunca cambiará", recalcó el duque de Sussex, quien a principios de mes divulgó un comunicado en el que afirmaba que él y su mujer se apartaban de las labores más destacadas de la monarquía.
 
"Lo que quiero dejar claro es que no estamos huyendo, y no estamos realmente escapando de vosotros.  Nuestra esperanza era continuar sirviendo a la Reina, a la Commonwealth (Mancomunidad Británica de Naciones, antiguas colonias), y mis asociaciones militares, pero sin fondos públicos. Desafortunadamente eso no ha sido posible. He aceptado esto, sabiendo que eso no cambia quien soy yo", agregó Enrique, de 35 años, en un discurso pronunciado en Londres.
 
Agregó que, cuando se casó en mayo de 2018, "estábamos animados, teníamos esperanzas, y estábamos aquí para servir. Por esas razones, me entristece que se haya llegado a esto. La decisión que he tomado por mi esposa y por mi de retirarnos no se ha tomado a la ligera".
 
A partir de la primavera, los duques dejarán de ser llamados "Sus Altezas Reales" y se retirarán de la vida pública, así como cualquier vínculo militar que tenga el príncipe.
 
Aunque se desconocen algunos detalles del acuerdo alcanzado por la Familia Real, la reina Isabel II dijo el fin de semana que se ha hallado una solución "constructiva" que respalda los anhelos de su nieto, sexto en la línea de sucesión al trono.
 
Como parte del pacto de lo que la prensa llama el "Megxit" o salida de los duques de Sussex de la Firma (como se conoce a la Casa Real británica), la pareja renunciará a recibir fondos públicos -no así a la paga procedente a nivel privado del príncipe Carlos-.
 
Enrique dijo que fue necesario "coraje" para abrir un nuevo capítulo en sus vidas, en una aparente tentativa de explicar su decisión a la sociedad. Pero "realmente no había otra opción", dijo.
 
Finalmente, la monarca anunció el sábado que la pareja renunciaba a su tratamiento de altezas reales y a su dotación pública y que devolverán los 2,4 millones de libras (unos 3,1 millones de dólares, 2,8 millones de euros) pagados para renovar su casa cerca del castillo de Windsor.
 
De acuerdo con Dickie Arbiter, exsecretario de prensa de la corona, las medidas tomadas por la reina respecto a Enrique y Meghan son de una dureza sin precedentes en la corona británica.
 
"Incluso cuando Eduardo VIII abdicó (en 1936) pasó de ser Su Majestad el Rey a 'Alteza Real' duque de Windsor", recordó. "Esto no tiene ningún precedente", apuntó.
 
De igual forma, agregó, "ningún miembro de la familia real jamás ha tenido que reembolsar dinero".

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