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La elección desconocida

miércoles, 20 marzo 2019 - 04:18
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Una de las candidatas al Consejo de Participación Ciudadana y Control Social (CPCCS) preguntó a alumnos de sexto semestre de educación superior de Guayaquil qué es el CPCCS pero ninguno levantó la mano. Tímidamente dijeron saber que el 24 de marzo se elegirá a los vocales de ese Consejo.
 
Para Alfredo Negrete, director del Centro de Estudios Sociopolíticos de la Universidad Ecotec, el Consejo de Participación Ciudadana “es un organismo totalmente extraño que absorbe facultades que tradicionalmente ha tenido el Legislativo”. El catedrático cree que el país perdió en la consulta de febrero de 2018 la oportunidad de quitarle al CPCCS la facultad de nombrar a tantas y tan importantes autoridades. Una encuesta de Cedatos revela que el 59 por ciento de la población estaría de acuerdo con esta opción.
 
Otro sector del país es más radical y habla de la eliminación de este organismo. Así se lo propuso, el actual presidente del CPCCS transitorio, Julio César Trujillo, al presidente Lenín Moreno. Varias bancadas legislativas mostraron simpatía con la propuesta. El 54 por ciento, siempre según Cedatos, coincide con acabar con esta entidad cuyo sostenimiento mensualmente le cuesta al país un millón de dólares. 
 
Para Alexanda Vela, exlegisladora y actual decana de Derecho de la Universidad de las Américas, al CPCCS “hay que eliminarlo de raíz”. En el programa “Con todo respeto” reflexionó que “no es posible que la sociedad civil sea cooptada y convertida en un órgano del Estado.  Es una negación del concepto mismo de lo que es la participación de la sociedad civil, el pretender convertirla en parte del Estado”.
 
De su lado el analista Walter Spurrier cree que por la multitud de candidatos, “No hay cómo elegir en CPCCS que sea digno sucesor del transitorio”. En su columna en El Universo hizo notar el peligro de que ante el desconocimiento generalizado y el posible voto nulo masivo, este organismo sea captado por “los que montaron la maquinaria de corrupción que dejó al país exangüe. Con el CPCCS bajo su férula, los corruptos de ayer anularían a la Fiscalía, cortes y otros organismos de control. Plata para financiar campañas no les falta”.
 
Para eliminarlo o al menos para quitarle funciones, hará falta una reforma constitucional. Para que esto se concrete, creen el excandidato Guillermo Lasso y algunos analistas como Simón Pachano, que es necesario un masivo pronunciamiento a favor de la nulidad.
 
Con ellos coincide Daniela Chacón, master en administración pública y exvicealcaldesa de Quito: "A través del voto mandamos un mensaje de que ese Consejo debe dejar de existir y, automáticamente iniciamos el siguiente proceso que es una consulta popular para que desaparezca de una buena vez”.
 
En otra orilla están quienes reflexionan matemáticamente y ven inviable el voto nulo. El constitucionalista Roberto López, por ejemplo, dice que solo funcionaría si más del 50 por ciento de votantes anula las tres papeletas. Y eso, según él, obligaría al CNE a convocar a una nueva elección “que solo dilataría o complicaría el escenario”. 
 
La realidad actual es que, como indica Alfredo Negrete, “quien controle al CPCCS lo controla todo. Y ese peligro potencial... está latente”.
 
 

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