Informe de sobreprecios no establece responsabilidades
A pesar de que el informe de Naciones Unidas sobre la Refinería de Esmeraldas habla de una “desviación” de 469 millones de dólares en los contratos para su rehabilitación, no se puede determinar quiénes son los responsables o a dónde fue el dinero. El 99 por ciento de estos contratos se adjudicaron por régimen especial, y solo el uno por ciento por concursos.
Eso pasa también en los otros cuatro proyectos petroleros construidos durante el correísmo que tendrían graves irregularidades y sumarían sobreprecios por más de 2.300 millones de dólares, según los informes de Naciones Unidas.
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“No nos corresponde a nosotros dar nombres o hacer ese tipo de acusaciones”, dijo el ministro de Hidrocarburos, Carlos Pérez. Explicó que eso le corresponde a Contraloría y Fiscalía, donde ya reposa esta información. En el caso de la Refinería de Esmeraldas, según detalla el informe, la rehabilitación tenía un presupuesto de 127 millones de dólares en 2005. Luego aumentó a 755 millones en 2011 y finalmente costó 1.223 millones.
Esa es la conclusión de Naciones Unidas. Sin embargo, los 1.100 millones de dólares que el gobierno correísta contrató para el “Programa de Sostenimiento de Plantas”, que no estaban en la planificación inicial del proyecto de rehabilitación, quedaron fuera del alcance de la evaluación.
De los montos examinados, por ejemplo, la primera fase de la rehabilitación que inició en 230 millones, culminó en 489 millones, detalla el informe. Es decir, un incremento de 112 por ciento. Otro contrato de cinco millones terminó con facturas por un total de 63 millones. “Ustedes pueden ver quiénes son los ministros, gerentes, secretarios, subsecretarios que autorizaron y firmaron los contratos”, dijo Pérez al ser consultado sobre cuáles son los verdaderos hallazgos de las investigaciones, ya que los sobreprecios en estos contratos han sido reportados por la prensa al menos en los últimos cuatro años.
Varios de esas figuras como el exgerente de Petroecuador, Álex Bravo, el exministro de Hidrocarburos, Carlos Pareja Yannuzzelli, y el exvicepresidente Jorge Glas, quienes inauguraron la Refinería de Esmeraldas, están pagando condenas por varios delitos en los sectores estratégicos.
Nuno Queiros, representante del Programa de Naciones Unidas en Ecuador (PNUD), explicó que, además de detectar los sobreprecios y los procesos de contratación, también se hicieron análisis de estos proyectos con estándares internacionales para que funcionen con eficiencia. Por ejemplo, la planta de gas Bajo Alto, que costó 36 millones más de lo planificado, opera solo al 50 por ciento y presenta hundimientos. Para poner a punto todas estas cinco obras se requieren 650 millones de dólares.
