Pamela Anderson a sus 57 años: 'Por primera vez me siento como una actriz'
"¡No fue aburrido! A veces difícil, a veces estúpido, a veces ridículo. Pero así es como se supone que se debe vivir", dijo la actriz en una reciente entrevista con AFP.

Pamela Anderson, la estrella que durante años fue víctima del star system de Hollywood, se libera de su imagen de símbolo sexual en "The Last Showgirl", la película dirigida por Gia Coppola, nieta del director Francis Ford Coppola, que en algunos lugares del mundo ya se estrenó y en otros está próxima a hacerlo.
La película, que narra los últimos días como profesional de una bailarina en un cabaret de Las Vegas que está por cerrar sus puertas, muestra cómo la industria del entretenimiento se deshace de aquellas de las que ya no necesita.
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"Me gusta el lado salvaje y desordenado de mi vida, porque tengo muchas cosas de las que aprender, muchas experiencias", confiesa la intérprete, quien en los últimos años se ha convertido en embajadora del no make-up, una invitación a liberarse del maquillaje y, al mismo tiempo, de los estándares de la belleza femenina.

Un papel que parece haber sido hecho a la medida para Anderson, quien nació en Canadá y apareció en la portada de la revista Playboy en los años 1990, antes de convertirse en el ícono de la serie "Guardianes de la bahía".
Pamela Anderson también fue símbolo de los excesos de la cirugía estética o una de las primeras víctimas de chantaje con videos íntimos, cuando estaba en pareja con el rockero Tommy Lee. "Si miro hacia atrás, probablemente habría hecho las cosas de manera diferente, pero necesitaba la experiencia de la vida para aprender", confesó a AFP.
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Un intento por recuperar su vida
La actriz parece querer retomar el control del relato de su vida, que durante mucho tiempo fue confiscado por los paparazzi y la prensa sensacionalista. "Te haces famosa por una cosa, y luego es realmente difícil para la gente ver algo más", admite.

Después de la serie "Pam&Tommy", filmada sin su autorización y que abordaba su relación con el músico y padre de sus dos hijos, lanzó su propio documental sobre su vida, alimentado por sus archivos personales, y transmitido en Netflix, "Pamela, una historia de amor".
Fue al ver este documental que Gia Coppola decidió rodar "The Last Showgirl" con ella: "Estaba en el jardín, envasando encurtidos", sonríe Pamela Anderson, quien ha vuelto a vivir en su isla natal de Vancouver. "Pensaba que mi carrera como actriz había terminado. Pero ahora, me siento actriz. (...) Pensaba que era el final, pero en realidad, era el principio", asegura.
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La historia de esta bailarina de cabaret al final de su carrera, que reflexiona sobre su vida y sobre cómo no tomó el tiempo de ver crecer a su hija, le llegó de inmediato.

"Me encanta que esta película no esté ahí para explotar algo. No muestra violencia contra las mujeres. Es simplemente una película hermosa sobre un ser humano imperfecto que encuentra su camino después de haber sido una bailarina de cabaret en Las Vegas", declara con convicción.
"He tomado caminos poco ortodoxos para llegar aquí", continúa. "Siempre me ha gustado el cine, el teatro. Siempre he leído con avidez. Me ha encantado la filosofía. Espero actuar algún día en una obra de Tennessee Williams. Me encantaría. ¿Por qué no? Solo hay que seguir sorprendiendo a la gente", afirma.