Así fue el vestido y las joyas de la princesa María Carolina en su boda con Leopoldo Maduro Vollmer
La tiara Fringe de Habsburgo fue la joya central del look nupcial, con más de un siglo de historia.
El Principado de Liechtenstein vivió un día histórico con la boda de la princesa María Carolina von und zu Liechtenstein, de 28 años, quien contrajo matrimonio con el financiero venezolano Leopoldo Maduro Vollmer, de 34. Aunque el enlace estuvo marcado por la presencia de casas reales europeas, la atención se centró en el vestido de novia y las joyas elegidas por la princesa, que evocaron elegancia, tradición y un estilo atemporal.
La joven lució un diseño de corte romántico, fiel a la estética clásica que caracteriza a la familia real. El vestido de novia presentó una silueta tipo princesa, con una falda ligera y de volumen moderado, que otorgaba naturalidad al movimiento. El cuerpo ajustado realzaba la figura y marcaba la cintura, mientras que el escote barco aportaba discreción y delicadeza. El tejido, confeccionado en tul con transparencias, se combinaba con un velo etéreo que reforzaba el aire de cuento de hadas.
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Uno de los elementos más llamativos del atuendo fueron las mangas cortas terminadas en un volante plisado, una elegante referencia a la estética de las bailarinas de ballet. Estos detalles, junto al movimiento fluido de la falda, dieron al conjunto un estilo sofisticado y contemporáneo sin abandonar la tradición.
Para coronar su look, la princesa María Carolina eligió la histórica tiara Fringe de Habsburgo, una joya familiar con más de un siglo de historia. La pieza, elaborada en diamantes con forma de flecos al estilo de los kokoshniks rusos, fue creada hacia 1890 por Köchert para la archiduquesa María Teresa de Austria. Desde entonces, ha acompañado a varias bodas reales en Europa y ha sido lucida por miembros de la familia Liechtenstein, reafirmando su carácter emblemático y dinástico.
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A la tiara se sumaron unos pendientes de diamantes en forma de lágrima, suspendidos de un delicado lazo también engastado en brillantes. Estas piezas, vinculadas a la familia Kinsky, destacaron por su discreción y aportaron un brillo sutil que armonizó con el vestido y el velo.