El pasado lunes 9 de junio se inauguró en Niza, Francia, la Tercera Conferencia de las Naciones Unidas sobre los Océanos (UNOC3), una cita clave para el futuro del planeta que reúne a más de 120 países y más de 50 jefes de Estado y de Gobierno. La cumbre, coorganizada por Francia y Costa Rica, busca poner en el centro del debate global la grave situación que enfrentan los ecosistemas marinos, esencial para la vida en la tierra.
En su discurso de apertura, el secretario General de la ONU, António Guterres, lanzó un llamado de emergencia:
Guterres advirtió que los océanos están absorbiendo el 90 % del exceso de calor generado por las emisiones de gases de efecto invernadero. Al mismo tiempo, sufren los efectos combinados de la sobrepesca, el calentamiento global, la contaminación por plásticos y la acidificación de sus aguas.
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Los arrecifes de coral están desapareciendo, las poblaciones de peces se están desplomando y el nivel del mar continúa aumentando, amenazando la seguridad alimentaria, la biodiversidad y la supervivencia de comunidades costeras e islas enteras.
La inauguración de UNOC3 reunió a líderes como el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, destacando la importancia que ocupa la salud de los océanos en la agenda climática global.
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El presidente francés, Emmanuel Macron, fue enfático al defender la necesidad de multilateralismo, ciencia y derecho internacional para proteger los mares: “Las profundidades marinas no están en venta, como tampoco lo están Groenlandia, la Antártida o alta mar”.
Macron insistió en que el futuro de los océanos no puede estar sujeto a los mercados ni a opiniones, sino que debe basarse en hechos científicos. “El clima, como la biodiversidad, no es una cuestión de opinión; es una cuestión de hechos”, subrayó.
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Por su parte, el presidente de Costa Rica, Rodrigo Chaves Robles, agradeció a la ONU por dar visibilidad a los océanos y pidió dejar atrás décadas de explotación desmedida:
“El océano nos habla: con arrecifes de coral blanqueados, con tormentas, con manglares heridos. No queda tiempo para la retórica. Ahora es el momento de actuar”.
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Chaves también propuso una moratoria global para la minería en los fondos marinos internacionales, hasta que la ciencia pueda determinar sus verdaderos impactos. Esta posición ya cuenta con el respaldo de 33 países, y refuerza el llamado a frenar prácticas que podrían agravar la crisis ecológica de los océanos.
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La UNOC3, que se extenderá hasta el 13 de junio, marca un punto de inflexión en el tratamiento de los temas oceánicos dentro de la política climática y ambiental. Las decisiones que se discutan esta semana podrían definir la gobernanza de los mares para las próximas décadas.
Como dijo Guterres, secretario General de la ONU, al cierre de su discurso: “No podemos tener un planeta sano sin un océano sano”.