Colombia: de las pirámides a las criptoestafas
El desconocimiento del mundo cripto y la falta de regulación en el país incitan la proliferación de estafas que se amparan en la falsa promesa de que quien invierte en criptomonedas se enriquece al instante. El caso más sonado, la primera cripto colombiana, sigue sin justicia.
Juan Vargas comenzó a trabajar como uno de los escoltas de un millonario residente en las casas 1 y 2 de la urbanización San Juan de la Peña, en un exclusivo sector de Medellín. Nunca esperó ver tal nivel de lujos como los de la propiedad de Juan José Benavides, uno de los cerebros de Daily Cop, empresa investigada por la Fiscalía como la mayor estafa de inversión en criptomonedas en Colombia.
El exescolta y otros extrabajadores de la propiedad consultados por CONNECTAS coinciden en que vieron todo tipo de excentricidades. Benavides poseía dos casas del condominio, carros de lujo y todas las semanas hacía fiestas con cantantes y personajes de la farándula paisa, así como mujeres prepago a las que les pagaba con celulares iPhone de última generación.
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La opulencia servía como gancho para atraer personas a invertir en su negocio, la primera criptomoneda colombiana (llamada daily cop), que prometía rendimientos fijos de 10% mensual. Pero de acuerdo con datos de la Fiscalía, “entre 2019 y 2022, lavó 126.000 millones” de pesos colombianos (cerca de 32,5 millones de dólares al cambio promedio de ese periodo).
Y eso es apenas lo que han logrado comprobar las autoridades, porque la operación total pudo ser mucho más grande. “Para mis cuentas, ellos se llevaron más o menos 250 millones de dólares, si no es más”, apunta el abogado César Gómez, quien fue representante de algunas de las víctimas dentro del proceso y ha investigado el caso en detalle. Gómez calcula que unas 20 mil personas cayeron en el esquema.
Al final, las inversiones de la gente se convirtieron en “numeritos en una pantalla”. En 2022 los responsables bloquearon la plataforma y nadie pudo sacar lo que tenía invertido. Tras el escándalo el valor de la primera criptomoneda colombiana cayó a casi cero.
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“Yo perdí cerca de 140 millones”, cuenta Vargas. Deslumbrado por los lujos de su jefe, decidió invertir sus ahorros, además del 50 % de su sueldo, que recibía en daily cop. Incluso vendió su casa para meter la plata al negocio.
No eran solo los altos rendimientos: la plataforma tecnológica de Daily Cop parecía profesional. Incluso recibía pagos de otras como Nequi. Restaurantes y bares de alto renombre en Medellín, Cali y Bogotá aceptaban la cripto como modo de pago, lo que reforzaba su apariencia de legitimidad.
En el fondo, el caso de Daily Cop, como el de otras estafas piramidales disfrazadas de inversiones en cripto en Colombia, señala la falta de preparación financiera de la gente y las vulnerabilidades del país para enfrentar estos esquemas, amparados en una nueva tecnología que el Estado aún no ha regulado.
Para el abogado Víctor Muñoz (que también representó víctimas), lo de Daily Cop, como otras estafas con cripto, representa un esquema parecido a los de las tradicionales pirámides (o esquemas Ponzi). Pero ahora no solo explotan la credibilidad de la gente, sino su ignorancia acerca de cómo funcionan las tecnologías blockchain, y su meteórica valorización.
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Las autoridades colombianas no cuentan con una estadística precisa sobre el incremento de estas estafas con criptoactivos, según señala el Centro Cibernético Policial de la Dirección de Investigación Criminal e Interpol (Dijin). Pero de acuerdo con el estudio Cripto Crime Report 2023 (el más reciente que desagregó el delito por países), producido por Chainalysis, Colombia fue en 2022 el segundo país con más casos de estafas de inversión en criptomonedas.
El refuerzo cripto de las estafas de inversión
Los estafadores en criptomonedas aprovechan su bajo nivel de regulación. “Siempre van más rápido que los gobiernos, porque estos no pueden regular algo que no existe. Primero tiene que existir, transarse y después ahí si llega el Estado a regularlo”. Lo afirma Camilo Suárez, representante de Asoblockchain, una entidad sin ánimo de lucro que agrupa empresas del sector fintech y que promueve la educación y regulación del ecosistema cripto.
Así sucede en Colombia. En el país no hay un marco regulatorio de las criptomonedas. Eso, junto con el crecimiento meteórico del bitcoin (pasó de valer 0,003 dólares en 2010 a poco más de 19 mil dólares en diciembre de 2017) llevó a una suerte de boom de estafas que prometían rentabilidad fija sobre esos activos digitales, a pesar de su alta volatilidad en el mercado.
Suárez lo vivió en carne propia: “Un amigo me llamó y me dijo: ‘usted invierte en bitcoin y nos dan el 30% mensual de lo que nosotros compramos’. Ese año nosotros hicimos un grupo de siete amigos y compramos 2,1 Bitcoin. Y empezamos a meterlo en cuanta empresa hubiese. Nos creíamos superfinancistas porque estábamos sacándole 30% de rendimiento al capital”.
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Por supuesto, en unos cuantos meses perdieron toda la inversión. Como casi siempre, los responsables les salieron con la usual excusa de que habían sufrido un hackeo y todos los bitcoin se habían perdido. Como esas empresas centralizan la administración de las billeteras digitales, tienen el control total sobre los fondos de los usuarios.
Entre las estafas en las que cayó Suárez estaba Me Coin, una de las primeras pirámides cripto en Colombia. La promocionaban Silfredo Camargo —quien se hacía llamar el ‘Código Master’— y Juan Carlos Olaya. La promesa era similar a otros modelos de multinivel: los participantes se comprometían a referir nuevas personas a cambio de una comisión y mensualmente su inversión inicial se aumentaría en 50%.
En la estafa cayeron no menos de cuatro mil personas, que habrían perdido cerca de 60 millones de dólares. En 2018 las autoridades capturaron brevemente a Camargo cuando le abrieron un proceso judicial, pero volvió a quedar libre. A hoy nadie sabe dónde están Camargo ni Olaya. Según la Fiscalía, el proceso sigue en etapa de indagación.
Luego de perder su plata, Suárez decidió aprender a fondo sobre criptomonedas y ayudar — como abogado— a que otros no caigan en estafas similares. En 2021 decidió fundar Asoblockchain y, hasta la fecha, cuenta que ha recibido denuncias de más de 3.500 víctimas de estafas con criptomonedas en el país.
Un delito con conexiones internacionales
Los anteriores no son los únicos casos. Negocios piramidales con criptomonedas como AirBit Club (que se cayó en 2016), OmegaPro y GoArbit (en 2022) o Karatbars (en 2021) han afectado a múltiples víctimas en Colombia.
La última tuvo la particularidad de respaldar las criptos con minilingotes de oro. También repartieron tarjetas débito Mastercard con la promesa de que los usuarios podrían retirar sus dividendos. Pero nunca pudieron sacar un centavo.
Su fundador, el alemán Harald Seiz, aterrizó en Colombia en mayo de 2019 para fundar una filial de la compañía y dejó promotores para mover el negocio. Según informó el diario El Tiempo, al menos 410 personas, principalmente de la élite bogotana, invirtieron más de 1.500 millones de pesos en este esquema. En 2023 las autoridades alemanas ordenaron el arresto de Seiz, pero para entonces ya había huido a Tailandia, según informó el medio digital BehindMLM.
Esa es otra parte del problema: las jurisdicciones extraterritoriales dificultan el procesamiento de los responsables. Los estafadores en ocasiones operan desde países pequeños que no tienen acuerdos internacionales de colaboración policial.
En este mismo sentido, fuentes de la Dijin le explicaron a CONNECTAS que no hay nada que puedan hacer para recuperar los recursos cuando criptomonedas de origen ilícito que pasan por exchanges (empresas que prestan el servicio de hacer transacciones con cripto) ubicadas en jurisdicciones opacas con las que no hay colaboración binacional.
En el caso de Daily Cop, afirma Gómez, los líderes de la presunta estafa “cambiaron muchos daily por USDT u otro tipo de criptomonedas”. Según explica el abogado, recursos de Daily habrían migrado a billeteras en Reino Unido, Países Bajos, Estados Unidos y El Salvador.
El parteaguas de Daily Cop
Daily Cop tuvo un alto alcance en parte gracias a que se movió por redes sociales. Varios influencers, como Yeferson Cossio, Elizabeth Loaiza, Mateo Carvajal y Alejandra Serje, la promocionaron señalando que ellos habían recibido utilidades por su inversión.
Pero en marzo de 2022, usuarios de la plataforma empezaron a reportar que no les dejaba retirar sus fondos. La empresa adujo que estaba caída por cuestiones técnicas, pero las dudas siguieron creciendo. En un intento de mantener a flote el esquema, los promotores de Daily Cop emitieron una tarjeta de crédito (por 150 dólares) desde la cual, supuestamente, se podrían retirar las utilidades retenidas.
Según dijo Benavides a la emisora La W en septiembre del mismo año, la plataforma sufrió un hackeo que minó sus reservas. Ya para entonces, Benavides estaba en Argentina. “Se fugó en un charter, llevando miles de millones de dólares, con Juan David Caicedo Velasco (un primo suyo) y otros familiares, incluyendo su esposa”, asegura Muñoz.
“De la noche a la mañana se fue, ya no volvió”, cuenta otra de las víctimas: el exmayordomo de Benavides, Nery Ortega. Durante unos días, en la casa de San Juan de la Peña se quedaron solo él, su mujer (que trabajaba también interna en la mansión) y un par de escoltas. Luego, “me dijeron que recogiera mis cosas y abandonara el lugar”.
En septiembre de 2024, la Fiscalía imputó a Benavides por lavado de activos, enriquecimiento ilícito y concierto para delinquir. El supuesto promotor de la estafa no apareció y, en agosto de 2025 las autoridades argentinas lo capturaron, por una circular roja de la Interpol. Actualmente está en proceso de extradición.
Nexos poderosos
El 20 de noviembre de 2023, hacia las 7:30 de la noche, dos personas abordaron al abogado Víctor Muñoz en el barrio bogotano de Chapinero. “Una de las personas me empuja, me tira al piso, me quiebra la pierna —lo que me dejó una lesión permanente— y me quita el celular”. Aunque tenía efectivo, no le robaron nada. El objetivo era claro, le dijeron que dejara quieto a Daily.
Ese incidente lo llevó a abandonar la representación de Omar Hernández Doux-Ruisseau, propietario de Spartan Hill, empresa contratada por Daily Cop para gestionar su plataforma. La Fiscalía investiga a Hernández, aunque este se ha declarado también víctima de la estafa.
Para Muñoz, ese ataque está relacionado con la información sensible que venía manejando su cliente, incluido el dato de que uno de los socios de Daily habría comprado un avión para prestarlo a la campaña presidencial de Gustavo Petro.
En general, el caso ha pisado callos poderosos, algunos que podrían estar buscando hacer justicia por mano propia. El pasado 30 de octubre, por ejemplo, asesinaron en Ibagué a Christian Cubillos Quintero, quien había sido uno de los grandes impulsores comerciales de Daily Cop en Cali.
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Fuentes cercanas a la investigación le dijeron a CONNECTAS que personas del círculo interno de Daily Cop se acercaron a grupos al margen de la ley para ofrecerles el servicio de testaferrato en la ciudad de Medellín. Según reportó el diario El Espectador en octubre, las autoridades tienen serios indicios de que dinero del Clan del Golfo ingresó a Daily Cop, lo que ya estaría en la mira de la inteligencia de Estados Unidos.
Avances de las autoridades
Las autoridades colombianas han venido fortaleciéndose tecnológicamente para enfrentar este tipo de delitos. La Fiscalía General creó un Grupo de Criptoactivos y, en marzo, logró la primera incautación de 0,83 bitcoin (cerca de 100.000 dólares) robados en Medellín.
Por su parte la Policía se ha capacitado en blockchain desde el Centro Cibernético. Como informa la Dijin, “Se han realizado seis solicitudes a exchanges Binance, BYBIT, Tether y Circle donde se realizó suspensión del poder dispositivo a 13 direcciones, por un monto de 1.433.000.000 USD, desde el año 2023 a la fecha”.
Pero estas operaciones exitosas aún se quedan, principalmente, en casos de hurtos y extorsiones. Todavía no hay resultados en materia de estafas con cripto. Esto en parte tiene que ver con la complejidad del tema, como indica Suárez. La primera dificultad es determinar quién es el dueño de la plataforma, “porque todos actúan como comerciales solamente”. Y además, se escudan al decir que cambiaron el saldo a una criptomoneda diferente (el caso de Daily) y que bajó su valor. O que sufrieron un ataque cibernético y robaron los fondos”, concluye.
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De ahí que ningún esfuerzo privado ni institucional por combatir el problema tiene posibilidades de éxito mientras no haya un marco legal claro. “Creo que el aparato judicial aún no está preparado para asumirlo”, agrega Suárez. De ahí que Asoblockchain insista en la necesidad de una ley que regule el sector y ayude a prevenir, entre otras cosas, las estafas.
Los expertos coinciden en que hay que promover la educación financiera. Por otro lado, la justicia tiene que llegar oportunamente, apunta Víctor Muñoz:
En todo caso, mientras no se recuperen los fondos captados ni haya justicia efectiva, permanecerá el incentivo para las pirámides, amparadas, como estas, en tecnologías blockchain, o la que esté de moda en ese momento.