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“No sabía que era real, no era mi intención hacerlo": niño dispara un arma contra una menor

martes, 28 septiembre 2021 - 15:49
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“¿Por qué no puedo moverme?, ¿es porque la bala me hizo esto?”, le preguntó My’onna Hinton, de 4 años, a su madre. La niña se encuentra en rehabilitación, tras haber recibido un disparo en su cuello el 25 de mayo del 2020 en el distrito de Columbia, Estados Unidos.

Desde que aprendió a caminar, My’onna perseguía a su pariente Tee, de 7 años, a donde quiera que vaya. Ellos solían jugar juntos. Aquel día, fueron al departamento de un niño de 9 años que dijo querer mostrarle algo a Tee.

En el lugar, sin adultos presentes, el niño abrió un cajón y les mostró una pistola. Tee no creyó que fuera real y la tomó. "Es de juguete", dijo Tee y apretó el gatillo, según lo que recordó en una entrevista.

En ese momento, escuchó un estrepitoso sonido y sintió cómo la culata del arma le golpeó el pecho. Al mirar hacia el suelo, vió a My’onna ahí tendida, con sangre saliendo de su cuello.

Tee se acercó a preguntarle si estaba bien, ella intentó responderle pero no pudo emitir palabra alguna. El pequeño intentó ayudarla a levantar, pero ella no podía moverse y tenía la mirada perdida. Tee sostuvo su cabeza y lloró.

Mientras tanto, el niño que había mostrado el arma salió corriendo en busca del propietario de esta. Juwan T. Ford, de 23 años, quien -según registros de judiciales- vivía en el departamento de forma intermitente.

La respuesta del hombre al ver a la niña desangrarse en el suelo, fue pedir a los niños que le entreguen el arma y huir, de acuerdo a las declaraciones que se dieron más adelante al fiscal.

La madre de My’onna, Brayonna Hinton, se encontraba en el edificio de al lado trabajando cuando llegó Tee para intentar explicarle lo ocurrido. “No sabía que era real, no era mi intención hacerlo. Lo siento”, dijo a la joven madre de 23 años.

Al ver a su hija, Brayonna temió desmayarse, pero logró llamar al 911 y aplicar presión en el cuello de la niña con una toalla para tratar de frenar el sangrado. “Me ha disparado”, pudo susurrar My’onna, quien tenía los ojos abiertos pero no se movía, de acuerdo con las declaraciones de su madre.

Brayonna le aseguró a su hija que se pondría bien y esperó impacientemente durante 10 minutos. Al llegar al hospital, el corazón de My’onna se había detenido tres veces.

Después de una intervención quirúrgica en la que reconstruyeron una de sus vértebras, los médicos le dijeron a Brayonna que su hija no volvería a hablar, ni a sentir nada de su cuello hacia abajo.

Luego de 13 meses de terapia para rehabilitación, My’onna puede hablar, mover sus brazos con cierta dificultad y está empezando a tener control sobre una de sus piernas. "Mami", fue la primera palabra que dijo la niña en cuento pudo hablar. “¿Por qué no puedo moverme?”, le preguntó un día a su madre. “¿Es porque la bala me hizo esto?”.

$!“No sabía que era real, no era mi intención hacerlo: niño dispara un arma contra una menor

Su madre trabaja por las noches para poder cuidarla y reciben ayuda del gobierno para cubrir su alquiler y alimentación. Antes del accidente, Brayonna pensaba en convertirse en policía o enlistarse en el ejército, pero ahora, teniendo que cuidar a su hija las 24 horas no podrá seguir una carrera.

Al principio, My’onna no aceptaba su condición actual, pedía salir a jugar a los columpios con los otros niños aunque sabía que no podía. A pesar de esto, según su madre, siempre reconoció que lo que le había hecho Tee fue un accidente. Brayonna le explicó que el irresponsable había sido el dueño del arma.

Tras la detención de Juwan T. Ford, se decidió no acusarlo de crueldad con los niños, delito que lo habría enviado a prisión por 10 años y por el que además, los niños debían declarar ante las autoridades judiciales. Ante esto, Ford aceptó un acuerdo de culpabilidad, en el que declaró que portaba una pistola sin licencia e intentaba manipular las pruebas.

“Sólo quería ayudar”, dijo al juez del Tribunal Superior del Distrito de Columbia, Neal E. Kravitz. Sin embargo, Brayonna lo cree un mentiroso por no haber hecho nada por su hija.

El detenido pidió disculpas a la familia de la niña y a la suya. Fue condenado a 18 meses de prisión con la advertenica de 12 adicionales si no seguía los términos de su acuerdo de culpabilidad antes de terminar tres años de libertad condicional y rehabilitación.

En mayo del 2020, Estados Unidos había entrado en el peor periodo de violencia armada en los últimos 20 años. El año culminó con un registro de 43.000 personas muertas por armas de fuego, incluyendo niños. Solo en Washington, 95 niños recibieron disparos y 9 de ellos murieron. Aún en los estados con leyes que restringen más el uso de las armas, el Gobierno sigue tratando de promover la responsabilidad que les corresponde a los propietarios de estas para que no lleguen a manos equivocadas, como las de un niño.

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