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La historia del niño que pidió más tiempo para la tarea porque nacieron sus chanchitos

viernes, 18 diciembre 2020 - 07:23
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"Profe Nancy, buenas tardes. Le puedo decir que no puedo mandar el deber muy prontito, porque acabándose las clases, mi cuchi (chancha) empieza a parir, y no sé hasta qué hora estará. Y como mi mami aún no llega de Paute tengo que estarle viendo ahí a la cuchi, en cuanto acabe de parir ahí le envío el deber, espero que me entienda".
 
Ese es el audio que Juan Gabriel, de nueve años, envió a su maestra Nancy Monrroy.
 

 
El niño ayudó en el nacimiento del primer cerdito. Luego llegó su mamá de Paute, en donde vende hortalizas, para recibir a los siete animalitos restantes. De esa forma, él continuó con la tarea de su escuela y la entregó a su maestra.
 
La directora de la Escuela de Educación Básica Ciudad de Guachapala, María Saquicela, cuenta que los niños del sector rural ayudan en las tareas de sus hogares. Además, algunas actividades como la crianza de animales sirve para obtener fondos para la familia.
 
La Escuela de Educación Básica Ciudad de Guachapala, al nororiente del Azuay.
 
Esta historia que ocurrió el cantón ubicado al nororiente de la provincia del Azuay, se hizo viral en redes sociales. No solo se difundió el audio, sino que varios tuiteros buscan la forma de recompensar la actitud del niño.
 
"He hablado con la directora de la escuela de Juan Gabriel (5to de básica) de Guachapala. Él vive con su madre y una hermana. Sin duda con necesidades, así que comienzo a buscar formas de premiar su responsabilidad e ingenio. ¿Se apuntan?", escribió Caroline Ávila, docente universitaria en Cuenca. Ella está coordinando que las donaciones sean para todos los compañeros de aula.
 
Incluso este audio fue compartido por la ministra Monserrat Creamer: "Escuchemos este mensaje lleno de ternura y responsabilidad".
 
Sin deserción escolar
 
Juan Gabriel es uno de los 346 estudiantes que asiste al plantel, que tiene inicial hasta séptimo de básica. Por la pandemia, sus clases han sido por Zoom.
 
"Necesitamos más atención. tenemos casos muy duros. Con la Iglesia hemos logrado conseguir tablests para darles porque no tenían. Pero les decimos que bajen al infocentro en el centro de Guachapala para que ahí puedan conectarse al internet. Usted sabe que una tablet sin internet no sirve de nada", señala Saquicela.
 
Otros usan los datos del celular para conectarse a las clases.
 
Juan Gabriel junto a su mamá viven en una finca.
 
Pese a las dificultades, en su establecimiento no se han registrado casos de deserción en el presente año lectivo.
 
Para lograrlo, en esta escuela se han buscado horarios diferentes para que los niños se conecten. En otros casos, los docentes envían las tareas por correo a la directora de la escuela, quien luego imprime y entrega a los estudiantes.
 
"En Guachapala no hay migración, más bien son casos de madres solteras, de hogares disfuncionales, eso es lo que a veces perjudica a los chicos", añade Saquicela. Ese es el caso de Juan Gabriel.
 
Este establecimiento no tiene los recursos suficientes, sin embargo, "los maestros hacemos de todo para que los chicos salgan adelante".

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