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La responsabilidad social empresarial también se transforma

domingo, 26 julio 2020 - 03:58
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Hoy, 26 de julio, se celebra el Día de la Responsabilidad Social, para concienciar en la comunidad el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030, que buscan poner fin a la pobreza, luchar contra la desigualdad, la injusticia y hacer frente al cambio climático.
 
Para una gestión sostenible, social y ambientalmente responsable, las empresas enfocan sus acciones en el cuidado del ambiente, el desarrollo de sus colaboradores, las relaciones con la comunidad y su cadena de valor, un buen gobierno corporativo, etc. 
 
La implementación de la sostenibilidad como un sistema de gestión permite mejorar los procesos productivos, generar mayor satisfacción en los clientes y colaboradores, obtener un excelente posicionamiento en el mercado, administrar los riesgos y, por ende, generar una mayor rentabilidad y reputación.
 
En este contexto, UNACEM Ecuador promueve una relación cercana con la comunidad, a través de la promoción de espacios asociativos - inclusivos que ayudan a reducir las inequidades y promuevan el desarrollo de emprendimientos con innovación tecnológica. 
 
“La clave para un desarrollo industrial sostenible está en la oportuna gestión de nuestros impactos y en el trabajo responsable con nuestros públicos de interés”, afirma María Gabriela Salazar, Gerente de Ambiente y Relaciones Comunitarias de empresa.
 
La compañía enfoca su trabajo con los representantes de las comunidades de la zona de influencia, en seis ejes de acción: desarrollo del talento humano y social; inversión social, salud y ambiente; desarrollo socio económico; empleo y transporte; comunicación y diálogo; y alianzas estratégicas, todo con la finalidad de promover el crecimiento y desarrollo de las poblaciones que se encuentran en su zona de influencia.
 
Actualmente, las empresas consideran a la responsabilidad social como un factor diferenciador cada vez más apreciado y valorado, sobre todo en medio de la emergencia sanitaria provocada por el COVID-19. 
 
En estos tiempos difíciles se ha evidenciado una diferencia muy marcada entre las empresas que cuentan con un robusto sistema de gestión de la responsabilidad social sobre aquellas que no estuvieron preparadas para asumir los cambios provocados por esta crisis mundial. 
 
 
Las primeras reaccionaron oportunamente y pudieron contener las necesidades de sus públicos minimizando los impactos sociales, ambientales y económicos de esta pandemia.
 
“UNACEM Ecuador, por ejemplo, activó un Comité de Atención para Grupos Vulnerables desde el cual hemos podido apoyar a la subsistencia de 5.100 familias de nuestra zona de influencia y cadena de valor”, refiere María Gabriela Salazar. 
 
Casa adentro, la empresa efectuó también un trabajo para garantizar la seguridad y salud de su personal, implementando un protocolo de salud frente al COVID-19. 
 
Sin lugar a dudas, las empresas que supieron manejar esta problemática de forma más efectiva y sin improvisaciones de último momento, fueron las más valoradas.

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