<img src="https://certify.alexametrics.com/atrk.gif?account=fxUuj1aEsk00aa" style="display:none" height="1" width="1" alt="">

#NoMásCorrupción

lunes, 19 octubre 2020 - 11:34
Facebook
Twitter
Whatsapp
Email

    POR ALBERTO ACOSTA-BURNEO
     
    Los valores morales de una sociedad se forman junto con  sus instituciones. Es por esto  por lo que, cuando se destruyen las  instituciones, muchos valores no sobreviven provocando una crisis moral. Estamos pagando un alto precio  por el populismo del correato y su  lucha persistente en contra de todos los poderes establecidos e instituciones de nuestra sociedad. ¿Qué  hacer? Estas son algunas ideas:
     
    EDUCACIÓN: La lucha contra la  corrupción empieza en casa a través  del ejemplo de honestidad que debemos dar a nuestros hijos en la vida  diaria. Por ejemplo: no saltarnos una  fila, no apropiarnos de bienes “abandonados”, entregar el vuelto correcto, honrando nuestras deudas, cumpliendo nuestra palabra…
     
    CASTIGO MORAL: La corrupción es tan frecuente que se ha vuelto “normal” e incluso aceptada por  los ciudadanos. Debemos instaurar el castigo moral a los corruptos visibilizándolos a través de “listados de  la vergüenza”, en donde se encuentre la información de todas las personas condenadas por la justicia. En  Carondelet, debemos retirar del salón amarillo los cuadros de los expresidentes condenados y colocarlos en  un lugar “especial” donde todos puedan recordar sus delitos.
     
    TRANSPARENCIA: Modifiquemos la normativa para obligar que toda actividad de la administración pública sea de conocimiento público.  No son aceptables los “secretos de Estado” frente a  los mandantes.
     
    DIVISIÓN DE PODERES: Hay que limitar el poder del Estado  a través de la división  de poderes. El resultado será devolver las  competencias a las  instituciones de control para que minimicen la arbitrariedad de los políticos en el poder.
     
    LIMITAR DISCRECIONALIDAD:  El Estado debe tener objetivos y funciones claramente definidas. Priorizar el gasto público en esas áreas, al  tiempo que se reduce todo lo demás.  Las leyes de compras públicas deben  reinstaurar las licitaciones y dejar de  lado las contrataciones “a dedo”.
     
    LIBERTAD DE EXPRESIÓN: Impulsar el rol fiscalizador de la prensa y de los ciudadanos a través de las  redes sociales, impidiendo el acoso a  aquellos buenos ciudadanos que denuncian a los corruptos.  Con la corrupción, ¡ni perdón  ni olvido!

    Más leídas
     
    Lo más reciente