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Campaña anticipada

lunes, 8 agosto 2022 - 07:46
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    Una de las notas sorpresivas durante la sesión del 25 de julio en el discurso de la alcaldesa Cynthia Viteri fue la sugerencia hecha al presidente Guillermo Lasso de dejar de invertir en publicidad en el diario Expreso, al cual calificó de sexista y trasladar dicho presupuesto a servicios sociales para niños y ancianos de Guayaquil.

    La molestia de la alcaldesa Viteri se debe a que el diario se ha convertido en un observador crítico de su gestión. Ha hecho denuncias importantes sobre el manejo administrativo municipal como el aumento de la nómina, los costos de los servicios de limpieza, la aerovía, entre otros.

    No obstante, la última molestia parece surgir de un reportaje sobre el gasto publicitario de cinco millones de dólares hecho durante estos seis primeros meses del año. Es un monto importante, que despierta alertas teniendo en cuenta que estamos a las puertas de la campaña electoral de 2023 donde ella aspira a la reelección.

    Las explicaciones en todos los temas denunciados no han sido convincentes y en el caso del abultado gasto publicitario, resulta injustificable aun si lo ha hecho con miras a promocionar su imagen para las elecciones, lo cual sería una violación de las leyes electorales. Pero, además sería un desperdicio pues todos los estudios internacionales basados en correlaciones estadísticas le dan siempre una ventaja importante a un funcionario que busca la reelección, porque es conocido en su circunscripción y que por razones de su cargo recibe abundante cobertura gratis de sus obras y acciones en los medios de comunicación, lo que los expertos denominan “publicity”.

    Sin embargo, la alcaldesa en estos años de gestión ha demostrado padecer lo que es uno de los peores vicios de la política nacional, querer ganar ventaja electoral con su cargo, así se presentan obras municipales como suyas y a su nombre, cuando en realidad son obras hechas con los impuestos ciudadanos y su función es ejecutarlas, pues para ello fue elegida. Igualmente, ha caído en el error de creer que porque es la mayor dignidad de la ciudad no debe rendir cuentas por sus acciones u omisiones a sus electores. Todo lo contrario, porque se le ha confiado tan alta investidura está en la obligación de explicar sus acciones y decisiones. Eso es la democracia y Viteri tiene una larga carrera política para que ahora ignore sus reglas básicas, entre las cuales están la libertad de expresión y opinión, así no sea de su agrado quien la emite.

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