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Autoritarismo corrupto al acecho

lunes, 15 agosto 2022 - 16:54
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    Estos días hemos visto en la Asamblea la formación de una alianza antinatura entre el Partido Social Cristiano, rebeldes de Pachakutik y correístas. ¿Les une la ideología? Definitivamente no. Lo que tienen en común es su ambición por captar el poder “cueste lo que cueste”. Esta nueva alianza ya tiene el control de la Asamblea.

    Estemos claros que el problema no es que cambien las coaliciones políticas, eso sucede frecuentemente en cualquier democracia. El inconveniente aparece cuando existen políticos que usan la democracia para luego destruirla y suplantarla por el autoritarismo. En esta materia, el correato tiene un récord incuestionable. Lo lamentable es que existan políticos que se presten para este objetivo con tal de alcanzar las migajas de poder que les quieran lanzar.

    Recordemos cómo, hace 15 años, el correato pulverizó las instituciones para captar el poder absoluto: 1ro. Decretó que el Tribunal Electoral convoque a un plebiscito para una Asamblea Constitucional con reglas diferentes a las establecidas en la Ley; 2do. Se apropió del organismo electoral; 3ro. Destituyó a 57 congresistas que se opusieron al ilegal plebiscito y 4to. Destituyó a la Corte Constitucional para que una nueva, de bolsillo, declare legal todo lo actuado.

    Hace pocos días, el correato nuevamente activó una demoledora en contra de la democracia. ¿Los siguientes pasos? 1ro. Acabar con la prensa libre (el mismo día que captaron el poder, lograron la aprobación de una nueva ley mordaza que espera el veto del Ejecutivo); 2do. Capturar las instituciones del Estado (Contraloría, meterle la mano a la justicia a través del Consejo de la Judicatura, Consejo de Participación Ciudadana y Consejo Nacional Electoral); 3ro. Bloquear toda reforma estructural para “garantizar” el fracaso del gobierno; 4to. Nuevos intentos de desestabilización para obtener por la fuerza lo que no lograron por las urnas.

    ¿Cómo evitarlo? Las democracias son altamente impopulares porque se les pide lo que no pueden hacer. La democracia sirve para tomar decisiones políticas, pero es ineficiente para las decisiones económicas (el mercado es más eficaz asignando recursos). Mejoremos nuestra política. Necesitamos más educación para que los votantes sepan qué pedir a la democracia y qué a los mercados, mejorar la estructura institucional para lograr un destacado esquema de pesos y contrapesos y, sobre todo, fortalecer a la sociedad civil creando mecanismos efectivos de participación ciudadana y de rendición de cuentas. Con “las justas” nos salvamos de 300 años de correato, ¿caeremos nuevamente en el engaño?

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