Blake Lively retira una parte de la demanda contra Justin Baldoni
Una denuncia que sacudió Hollywood: Lively acusa a Baldoni de acoso sexual y campaña de desprestigio; él responde con una contrademanda por 400 millones de dólares.
Lo que comenzó como una colaboración cinematográfica con altas expectativas, ha terminado en uno de los litigios más explosivos de Hollywood en la última década. Blake Lively y Justin Baldoni, protagonistas de Romper el círculo, están ahora en lados opuestos de una batalla legal que ha captado la atención internacional por su carga mediática, emocional y legal.
El conflicto estalló en diciembre de 2024, cuando Lively presentó una denuncia ante el Departamento de Derechos Civiles de California. En ella acusaba a Baldoni, también director del filme, de acoso sexual durante el rodaje, y de haber orquestado una campaña de desprestigio en su contra. La denuncia remeció a la industria, que hasta entonces veía en la cinta una promesa romántica y emotiva, no el escenario de un enfrentamiento devastador.
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La respuesta de Baldoni fue una contrademanda por 400 millones de dólares, acusando a Lively de difamación y extorsión, y extendiendo los señalamientos a su esposo, Ryan Reynolds, y a su publicista. Desde entonces, la controversia no ha dejado de crecer, alimentada por filtraciones de mensajes, declaraciones cruzadas y un frenesí mediático que ha desdibujado los límites entre la realidad y el guion de un drama hollywoodense.
El pasado lunes 2 de junio, se conoció un giro inesperado cuando Lively retiró dos cargos de su demanda, relacionados con la angustia emocional causada por la sobreexposición del caso. Según su equipo legal, esta decisión responde a una necesidad urgente de proteger su salud mental frente a la presión pública. Pero los abogados de Baldoni no tardaron en tildar el acto de “estrategia desesperada”, advirtiendo que los cargos podrían reactivarse en cualquier momento.
Este movimiento se produjo justo después de que Baldoni solicitara acceso a los registros médicos de Lively, una jugada que avivó aún más la tensión en el proceso judicial. A pesar de la retirada parcial, las acusaciones principales de acoso sexual y retaliación se mantienen firmes, y el juicio sigue en pie con una fecha programada para marzo de 2026.
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