Crece el aporte empresarial hacia la sostenibilidad energética en Ecuador
Los retos ambientales actuales subrayan la importancia de abordar el consumo excesivo de energía eléctrica, dadas sus consecuencias como la explotación de recursos y contaminación.
Según el último balance del Ministerio de Energía y Minas, el mayor consumo de electricidad se concentra en el área industrial con un 42,5 por ciento, el residencial un 28,2 por ciento, el comercial y el sector público 26,6 por ciento y otros sectores un 2,7 por ciento.
Ante este panorama, las empresas toman el rol de promotores y referentes para un cambio sostenible. Un ejemplo de ello es FEMSA Salud, que desarrolla iniciativas que promuevan la innovación energética.
Durante el 2022 y 2023, la compañía instaló 420 paneles solares en su centro de distribución, una medida que ha generado un 75 por ciento de ahorro en el uso de energía y ha evitado la emisión de 457 toneladas de dióxido de carbono (CO2) al ambiente.
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De esta manera, la empresa marca el camino hacia su objetivo para el 2030 de utilizar el 85 por ciento de su energía de fuentes renovables.
En lo que va del 2024, la compañía instaló 915 paneles solares adicionales, en su edificio corporativo, y la segunda fase de su centro de distribución.
A la par, desarrolla otras acciones con el fin de promover el uso de la energía de manera eficiente y responsable. Tal es el caso del sistema de generación fotovoltaico en sus instalaciones,con una capacidad total de generación de energía de 405 kilovatios hora (Kwh).
Además, todos los puntos de venta de FEMSA Salud cuentan con iluminación LED eficiente en términos energéticos, lo que permite un ahorro anual estimado de 1,8 millones de kwh en comparación con tecnologías tradicionales y una reducción de 1.533 toneladas de emisiones de CO2 anualmente.
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Alonso Arias, subgerente de Seguridad, Salud Ocupacional y Ambiente de FEMSA Salud, asegura que la energía fotovoltaica representa una solución sostenible y crecientemente accesible para enfrentar el desafío global de la transición energética hacia fuentes renovables.
Esta tecnología convierte la luz solar directamente en electricidad mediante paneles solares compuestos de células fotovoltaicas. Su atractivo radica en la capacidad de generar energía limpia y renovable, reduciendo así la dependencia de combustibles fósiles y disminuyendo la emisión de gases de efecto invernadero.
