Vacunar a 9 millones de personas en 100 días: una misión que sí fue posible

María Belén Arroyo
Para enfrentar al COVID-19, algunos indígenas optaron por acudir a la medicina tradicional.

El cumplimiento de la meta inicial -nueve millones de personas vacunadas con el esquema completo antes de los 100 días de gobierno- pronostica que hacer realidad el nuevo anuncio es factible. En adelante, los ecuatorianos debemos acostumbrarnos a mantener un esquema periódico, quizás semestral, de vacunas anti-COVID.

Luego de 24 minutos de viaje en helicóptero, 200 dosis de la vacuna CanSino, de fabricación china, llegaban a la comunidad kichwa Verde Sumaco. La comunidad está situada en la parroquia San José de Payamino del cantón Loreto, en Orellana. Para llegar se requiere navegar por los ríos Paushiyacu y Payamino. Son varias horas de viaje.

El acceso terrestre, por el centro poblado San Francisco de Asís, comprende alrededor de 23 kilómetros de vía en mal estado. Para enfrentar al COVID-19, algunos indígenas optaron por acudir a la medicina tradicional. “Con la vacuna ojalá nosotros nos protejamos del coronavirus”, aseguraba Pascual Tanguila, habitante de la comunidad.

Álex Arteaga, a cargo de la Dirección Distrital de Salud que comprende Loreto, Puerto Francisco de Orellana y Joya de los Sachas, explicó que se desplazaron dos médicas generales y una enfermera del centro de salud San Francisco de Asís.

En el patio del centro educativo comunitario intercultural bilingüe “Ricardo Shiguango”, la enfermera Paola Terán era una de las brigadistas. Para la logística colaboró la Brigada de Selva 19 Napo, de Coca. El teniente coronel Freddy Proaño resaltó que la Brigada apoyó con alrededor de 1.600 operaciones. El helicóptero ruso MI-17 con su contingente aéreo y tres efectivos militares, entre ellos, un auxiliar de enfermería, se unieron al esfuerzo de inmunización.

Esto ocurrió en agosto, a semanas de cumplir la meta de vacunar nueve millones de personas en los 100 primeros días de Gobierno. Inmunizar a la población se convirtió en un leitmotiv del presidente Guillermo Lasso. “Es un ejecutor, le gusta resolver problemas; se siente comprometido y motivado, eso genera tranquilidad y confianza en su entorno de trabajo”, explica a Vistazo Iván Correa, secretario de la Administración Pública, en la primera entrevista que concede a un medio.

“El impulso a la campaña de inmunización fue un caballo de batalla que permitió a los ecuatorianos conocer el estilo de liderazgo del presidente Lasso. Cumplió su palabra porque tiene el conocimiento, la capacidad, el equipo y la voluntad política para lograrlo”, apunta el secretario general de Comunicación, Eduardo Bonilla.

UN PLAN DE REACTIVACIÓN

Fue un esfuerzo conjunto. La diplomacia de las vacunas fue parte de las estrategias que aplicó el presidente Lasso. Al inicio del plan, el consejero electoral Enrique Pita sugirió que la infraestructura utilizada en elecciones -recintos electorales, padrón de votantes, números de identificación fuera aprovechada, “para aterrizar el plan y llevarlo hacia la población”, explica la ministra de Salud, Ximena Garzón Villalba.

Los responsables definieron como prioritario contar con las universidades y vincular a la empresa privada. Al esfuerzo se sumaron 3.000 integrantes de las Fuerzas Armadas, que vacunaron a 800 mil personas, en las zonas más alejadas del Ecuador. El Plan Fénix, como fue llamado y arrancó a fines de julio, incluyó la logística necesaria para la transportación.

La experiencia de la Universidad de las Fuerzas Armadas (ESPE) fue determinante: en los recintos de vacunación de ese centro, había música ambiental para relajar a las personas que iban a inmunizarse. “Salvamos vidas, apoyando a la vacunación”, escribió a inicios de septiembre en la cuenta de Twitter el coronel Gonzalo Pullas, cirujano cardiovascular y uno de los impulsores de la campaña de inmunización.

El camino recorrido permite pronosticar que es viable cumplir la meta de lograr la inmunidad comunitaria hasta diciembre de este año. “Disponemos de más de 32 millones de vacunas, podemos vacunar a más del 85 por ciento de la población hasta diciembre”, explica la ministra Garzón a Vistazo.

“El tema de la reactivación es una de las prioridades sin lugar a duda, por eso la vacunación es tan importante, no es solo un tema de salud, que sí lo es, pero en la medida que la población esté vacunada la economía puede reactivarse”, advierte quien fue secretario general de la Presidencia, Ralph Suástegui durante los primeros tres meses de gobierno. Actualmente, Suástegui está al frente de la empresa pública Corporación Nacional de Telecomunicaciones, CNT.

Y QUÉ VIENE LUEGO

La pandemia vino para quedarse. El virus SARS-CoV-2 posiblemente tenga un comportamiento similar al de la influenza. Este virus tiene distintas mutaciones en el hemisferio norte y en el sur. “Nuestro país recibe influencias de ambos hemisferios por lo que tendremos que continuar con vacunas estacionales, semestrales posiblemente”, explica la ministra Garzón.

Por eso, lo urgente es construir un sistema de salud pública eficiente, “con ciudadanos corresponsables que sepan que esto va a seguir en la comunidad, va a seguir cobrando vidas, va a complicar poblaciones vulnerables”.

No sabemos, por ejemplo, cuánto tiempo más vamos a necesitar el uso de mascarillas. “Si bien el sistema inmunológico de las personas se va haciendo más fuerte y eficiente, pero nosotros tenemos que seguir cuidándonos, poniéndonos las vacunas. Estas han demostrado que son suficientemente seguras, ya hemos visto que descongestionan hospitales”.

Al cierre de esta edición, el área de cuidados intensivos del hospital Carlos Andrade Marín, de la seguridad social en Quito, reportaba cero casos COVID-19. En Guayaquil, según el reporte epidemiológico municipal, la tasa de contagios bajó de 3,8 en abril a 0,4 la segunda semana de septiembre. Esta tasa se mide por cada 10 mil habitantes.

La vacunación es solo un componente de la estrategia general aplicada en Ecuador. El segundo pilar es el control epidemiológico. Este debe ser suficientemente robusto para detectar, contener e incluso predecir y prevenir nuevos brotes de este y otros virus.

El intensivista del sector privado, Estuardo Salgado, confirma a Vistazo que hay una notable reducción de pacientes. En hospitales públicos, la ocupación es del 40 por ciento. Sin embargo, todavía hay casos de pacientes que permanecen en UCI por varias semanas. Por eso, el médico recomienda “No bajar la guardia, fortalecer el plan de vacunación, proteger a niños y adolescentes, porque si nos descuidamos, puede venir una nueva ola por efecto de las variantes”.