Gastó 13 mil dólares en la boda, su novio la abandonó en el altar, y decidió disfrutar sola de la fiesta

Redacción Hogar

Cuando Kayley Stead planeó la fiesta de su boda, nunca pensó que tendría que disfrutarla sin el novio. La joven de 27 años, oriunda de Reino Unido, asistió sola a la celebración de su matrimonio luego de que su futuro esposo desapareciera la noche antes del evento.

Luego de cuatro años de relación, Stead y su pareja, Kallum Norton, se comprometieron en 2020, y acordaron darse el “sí, quiero” en septiembre de 2022. Sin embargo, las cosas no salieron como se esperaba.

Un día antes de llegar al altar, Kayley alquiló un Airbnb para disfrutar junto a sus damas de honor, mientras que Norton se quedó en una caravana cerca del lugar junto a sus padrinos. Sin dar explicaciones, él decidió abandonar a sus amigos sin dar pistas, y fueron ellos quienes tuvieron que dar la noticia acerca de que el futuro novio, al parecer, se encontraba prófugo.

“Encontré mi teléfono y vi que tenía una llamada perdida de su madre. Le devolví la llamada y ella estaba llorando y me dijo que él había ido a dar un paseo en coche en las primeras horas de la mañana y que se había ido”, dijo Stead para The Sun.

Sin embargo, aún con la esperanza de que Kallum aparezca, la joven mencionó que, a lo largo de su relación, él solía salir a caminar o conducir cuando se encontraba nervioso, y buscaba despejar su mente... pero al contrario de aquellas ocasiones, el hombre no volvió.

Cuando Kayley se dio cuenta de que su novio no regresaría, decidió secarse las lágrimas, maquillarse, y salir a disfrutar de la fiesta junto a su familia y amigos, usando su vestido de novia, puesto que el evento ya estaba pagado. Ella gastó 13 mil dólares por todos los detalles de su boda.

“Había gastado todo este dinero, esperaba con ansias la comida, un baile con mi papá, pasar tiempo con mi familia, entonces, ¿por qué no?”, dijo, y decidió continuar con la celebración. Su hermana Katie se encargó de llamar a los padrinos para avisar que todo seguía en pie, con la diferencia de que el novio ya no estaba incluido.

“El día se convirtió en un día del que siempre estaré orgullosa. Realmente puedo mirar hacia atrás y sonreír porque siempre me recordará que no necesito el amor de otra persona para ser feliz”, mencionó la mujer, que reemplazó el baile entre esposos, por uno con su padre, Brian, de 71 años, y sus hermanos: Craig, de 47, Matthew, de 46, Gary, de 46 y otro Craig, de 43. Incluso, decidió que, en vez de comerse el pastel, lo golpearía.

Los allegados de la joven iniciaron una recolección de fondos mediante la página GoFundme, con el objetivo de ayudarla a recuperar el dinero que gastó en la boda.