Ecuador impulsa la pesca sostenible en el marco del ODS 14
Ecuador afianza su liderazgo en atún y camarón con prácticas certificadas internacionalmente, innovación tecnológica y trazabilidad que garantizan la sostenibilidad.
Si bien toda actividad humana genera algún impacto en los ecosistemas, la ciencia, la investigación, la capacitación y la tecnología son herramientas para una conservación efectiva.
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Así lo afirma Guillermo Morán, director de la Fundación para la Conservación y Pesca Responsable de Atún (Tunacons), que agrupa a 10 empresas atuneras de Ecuador, Panamá y Estados Unidos. En marzo de 2025, logró que el 100% de sus capturas de barrilete, aleta amarilla y patudo obtengan la certificación del Marine Stewardship Council (MSC), un estándar global para la pesca sostenible.
Para el país, este fue un hito, considerando que en 2024 las exportaciones pesqueras crecieron un 20% y alcanzaron US$ 2.257 millones, consolidando a Ecuador como segundo mayor productor mundial de atún.
Morán detalla que la certificación exigió supervisión constante y auditorías anuales basadas en tres principios del MSC: conservar poblaciones atuneras, impulsar medidas de conservación y trabajar con autoridades en control y regulaciones.
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Tunacons también lidera un proyecto de investigación que, tras ocho años, desarrolló plantados 100% biodegradables y no enmallantes. Otro desafío fue capacitar a los pescadores en técnicas de liberación de especies acompañantes, como tiburones y tortugas, para mantener la biodiversidad marina.
La empresa privada, históricamente vista como “los chicos malos del barrio”, ha demostrado que es posible pescar de forma responsable, respetando parámetros biológicos, el entorno oceánico y las normas internacionales.
Orgullo compartido
Para NIRSA, una de las mayores atuneras de Ecuador y creadora de la marca Real, la sostenibilidad es parte de su estrategia. Cofundadora de Tunacons, ha adoptado protocolos como DAPs no enmallantes, liberación de fauna acompañante y monitoreo constante con observadores a bordo y tecnología electrónica.
La compañía asegura la trazabilidad del atún desde el mar hasta el consumidor, mediante registros y controles alineados con estándares como BRCGS, IFS y MSC. Cada lote recibe un número único, lo que permite responder en minutos ante una alerta de retiro de producto.
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Además, trabaja solo con proveedores certificados bajo sellos como MSC y Dolphin Safe, y refuerza la transparencia con auditorías internas periódicas.
Sin embargo, persisten retos globales como la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada (INDNR), la contaminación y el cambio climático.
El camarón también apuesta por la sostenibilidad
En 2024, el camarón se consolidó como principal producto de exportación no petrolero, con más de US$ 6.000 millones y presencia en 78 países.
Para avanzar hacia una acuicultura más sostenible, Pamela Nath, directora de Sustainable Shrimp Partnership (SSP), destaca la importancia de medir el impacto ambiental mediante estudios aprobados por autoridades, que incluyen planes de manejo y auditorías anuales.
Para avanzar hacia una acuicultura más sostenible, el Análisis de Ciclo de Vida (ACV) es clave, pues mide el impacto de un producto en todas sus etapas, identificando puntos críticos como emisiones de GEI, uso de agua o residuos.
La iniciativa Sustainable Shrimp Partnership (SSP) impulsa acciones ambientales, sociales y educativas que fortalecen una industria camaronera responsable y alineada con estándares globales.