¿Hay contaminación lumínica en las islas Galápagos?

Este estudio iniciado hace un año y medio, llamado “Investigación del fenómeno de polución lumínica en la bóveda estelar en Puerto Ayora”, es liderado por Javier González, investigador de la Unidad Académica de Ingeniería, Industria y Construcción y del Laboratorio de Luminotecnia (LumenLab) de esa institución. “Empezamos con la medición e identificamos cómo hay un cambio en la flora y fauna”.
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Según González, la contaminación lumínica, que es básicamente el brillo excesivo nocturno en un sitio a partir de luz artificial, es un problema invisible que ya se percibe. “Se ha evidenciado, en otros ecosistemas, algunos problemas en el crecimiento de la flora, ya que en el proceso de la fotosíntesis se necesita cierto nivel de oscuridad que no se tiene por la luz artificial. Y lo mismo sucede con la fauna”.
A esto se refiere con problemas con las aves, que cambian sus rutas de vuelo porque ven una iluminación que no es normal y eso cambia la caracterización de la noche. “Esto puede disminuir la población de aves, por ejemplo”, dice González.
Este estudio, que se impulsa desde el Centro de Investigación, Innovación y Transferencia de Tecnología (CIITT) de la Universidad Católica de Cuenca, tiene una cobertura de la zona urbana y de los espacios menos habitados. “Las lámparas de alumbrado público que hoy están instaladas son de sodio, es decir tienen una luz amarilla. Actualmente se están cambiando por lámparas similares tipo LED, pero que emiten luz de color blanca”.
Eso es lo que se debe evaluar, señala González, es decir el impacto de esa luminosidad, que si bien mejora el espacio para fines turísticos, hay que ver en cuánto afecta a los piqueros, lobos marinos, iguanas, entre otros animales que duermen en las islas, y si eso los hace migrar. “La isla Santa Cruz está llena de tortugas que pueden cambiar su ubicación, por ejemplo en los procesos de incubación”.
Las mediciones se realizarán hasta noviembre y los resultados se compartirán con biólogos para que evalúen los impactos. “Es un análisis que incluso lo estamos haciendo a nivel humano, ya que la contaminación luminosa afecta a quienes viven allí, desmejorando su calidad del sueño”, explica González.
En este trabajo, que cuenta con el respaldo de la Unidad de Divulgación Científica de la U. Católica de Cuenca, también participan otros académicos de esa institución, al igual que catedráticos de universidades en España y personal de la Empresa Eléctrica de Galápagos. “Si no se controla el desarrollo de las islas, se pueden generar problemas para hacerlas sostenibles y el objetivo es ayudar en ese camino”.