Automatización y eficiencia energética definen las prestaciones de los nuevos montacargas

Los montacargas son un elemento clave para la intralogística. Los nuevos modelos incorporan mejoras en términos de eficiencia y costos operativos, y se adaptan a las necesidades específicas de cada industria.

La productividad de los montacargas se mide por la traslación y elevación del mástil durante sus operaciones.
Fabrizio López Lupino

En el 2024, de acuerdo a la investigadora de mercados Precedence Research, el mercado mundial de montacargas representó 85.350 millones de dólares, una cifra que se prevé que aumente a 163.480 millones para el 2034.

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Impulsados por el aumento de la eficiencia operativa, los montacargas se han convertido en una herramienta indispensable para las industrias. Estas grúas de horquilla se clasifican en dos categorías: eléctricas y de combustión interna y ambas cuentan con diferentes diseños y configuraciones que permiten adaptarse a las necesidades de cada industria.

Por ejemplo, los modelos compactos pueden levantar desde 1,5 toneladas (ton), mientras que otros pueden superar las 12 ton. Estos varían también en tamaño y tipo de mástil, ajustándose al espacio de trabajo y a la altura de elevación requerida.

En los eléctricos, uno de los avances tecnológicos que más se destaca es la incorporación de baterías de litio. A diferencia de las tradicionales baterías de plomo-ácido, estas no requieren ser reemplazadas durante la jornada, se cargan en menos tiempo, ofrecen mayor autonomía y permiten operar en varios turnos sin interrupciones.

JGC, compañía comercializadora de montacargas de las marcas TCM y TEU, señala que estos son ideales para espacios cerrados o ambientes limpios como centros de distribución, bodegas, supermercados, fábricas de alimentos y laboratorios farmacéuticos; mientras que los de combustión interna (diésel, gasolina o gas) ofrecen mayor potencia y autonomía.

Entre los modelos que más comercializa esta compañía está el TCM L21, que funciona a combustión y puede trabajar hasta tres turnos continuos sin comprometer su rendimiento, así como el eléctrico TEU FB30, para cámaras de almacenamiento en frío o instalaciones pesqueras donde se trabaja a temperaturas de hasta -28°C.

La importadora JGC comercializa montacargas TCM y TEU con capacidades para levantar desde 1,5 hasta más de 12 toneladas.

Montacargas automáticos

Otro avance relevante en lo que respecta a montacargas es la telemetría, la cual permite monitorear en tiempo real el comportamiento de cada equipo: horas de uso, hábitos de conducción, fallos y necesidades de mantenimiento.

“Existen tecnologías más avanzadas como los montacargas AGV (vehículos de guiado automático) que no requieren conductor y están diseñados para operar en entornos logísticos automatizados. Si bien aún tienen un costo elevado, ya se están implementando en centros de distribución de gran escala”, afirma JGC.

Estas carretillas están equipadas con sensores, sistemas de navegación y cámaras que les permiten funcionar autónomamente. Su software de control hace posible navegar de forma segura, evitando obstáculos y personas; tomar y soltar cargas con precisión; optimizar rutas y comunicarse con otros equipos.

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Marcelo Paredes, producto manager de Jungheinrich Ecuador, comenta que estos desarrollos contribuyen a aumentar la eficiencia, reducir los costos operativos y mejorar la planificación operativa.

Dentro de su portafolio, hay montacargas eléctricos y de combustión de tres y cuatro ruedas, diseñados para ambientes específicos. Los primeros se utilizan en espacios más reducidos, pasillos angostos e ingresos a contenedores; y los segundos aplican para un trabajo más intenso, que demanda mayor estabilidad, uso de rampas y mover un volumen de carga considerable.

Su productividad se mide por el número de pallets trasladados por cada hora de trabajo, es decir, una combinación de traslación y elevación del mástil durante operaciones y maniobras sucesivas. “La optimización de nuestros motores hace que el desempeño del equipo cumpla con los mejores estándares. La seguridad viene avalada con las normas alemanas DIN (Deutsche Industrie Normen) y las normas de la Comisión Europea; con ambas regulaciones se impone una total seguridad al operario”, resalta Paredes.

Cuidando el medioambiente

En Ecuador, la incorporación de montacargas eléctricos ha sido gradual, principalmente en el sector industrial. Ángel Coyago, gerente de postventa BYD Ecuador Corporativo, manifiesta que los equipos de la marca destacan por su avanzada tecnología de baterías LFP (fosfato de hierro y litio), que proporcionan alta eficiencia energética, larga duración y una integración óptima con su sistema de gestión y cargadores. Las mismas cuentan con una garantía de ocho años o 10.000 horas de operación.

“Los montacargas eléctricos ofrecen una serie de beneficios clave frente a los equipos que funcionan con combustible. Entre ellos, la eliminación total de emisiones contaminantes, lo que contribuye a un ambiente de trabajo más limpio, seguro y saludable”, resalta.

A esto se suma que permiten un ahorro de hasta el 50 por ciento en costos operativos gracias a su bajo requerimiento de mantenimientos y su eficiencia energética. Su diseño simplificado, con menos partes móviles, elimina la necesidad de cambios de aceite, filtros o piezas de desgaste que se presentan en los modelos tradicionales.

Los montacargas automatizados están equipadas con sensores, sistemas de navegación y cámaras.