Star Wars pasó del temor de Lucas a una saga de 9 películas

Diana Romero
Star Wars pasó del temor de Lucas a una saga de 9 películas

Acerca de Star Wars se ha dicho de todo un poco. Lo más reciente tiene que ver con su recaudación y el debate causado en octubre por Martin Scorsese, ganador del Óscar en 2007 por Los infiltrados (The Departed) y actual director del filme El irlandés (The Irishman), cuando dijo que el contenido de esta saga, más las películas de Marvel, no son cine.
 
Lo de la recaudación es algo que no se puede ocultar. El ascenso de Skywalker (The rise of Skywalker), la tan publicitada cinta que cierra la tercera trilogía de Star Wars y la saga en sí que surgió en 1977, no es la más taquillera.
 
Sus cifras alcanzan los $170 millones, que están por debajo de los $240 millones de El despertar de la fuerza (The force awakens, 2015) y los $ 220 millones de Los últimos Jedis (The last Jedi, 2017). 
 
Hasta el momento, El ascenso de Skywalker ha percibido $370 millones entre Estados Unidos y el resto del mundo.
 
Sin embargo, la última película de Star Wars tuvo una taquilla de $35 millones solamente en Navidad y superó a Los últimos Jedis que en aquella fecha, pero de 2017, solo recaudó $ 27 millones, mientras que El despertar de la fuerza atrajo ganancias de $ 49.3 millones.
 
El ascenso de Skywalker tampoco ha obtenido las mejores críticas. El sitio especializado Rottem Tomatoes le otorgó un 57% de aceptación, más baja de la última trilogía. Sus antecesoras de 2015 y 2017 consiguieron el 93% y el 91%, respectivamente. 
 
No obstante, más allá de la recaudación, críticas, la controversia de Scorsese y el desfile de personas que han formado parte de estas películas, la saga de Star Wars tienen un mérito indiscutible: ha trascendido generaciones de hace 42 años. Y ese mérito apunta a un solo hombre: George Lucas, su mentalizador. 
 
Aunque no ha dirigido todas las películas, especialmente las de la última trilogía, Lucas es quien aprueba los guiones y la producción. Irvin Karshner (1980), Richard Marquand (1983), J.J. Abrams (2015 y 2019) y Rian Johnson (2017) son los otros cineastas. 
 
A eso se añaden dos spin off: Rogue One (dirigida por Gareth Edwards en 2016) y Han Solo (Ron Howard, 2018).
 
Aunque Lucas es el causante de toda la parafernalia Star Wars, que se refleja en su merchadising, spin off, series de televisión, animados, cómics y más productos, en 1977 el director, de 75 años, no estaba tan convencido de Una nueva esperanza (A new hope), la primera que creó y que, según la cronología de la historia, corresponde al episodio IV. 
 
Según relatan sus allegados en múltiples entrevistas, Lucas convocó a un grupo de amigos, les proyectó el filme y les pidió su opinión. A nadie le gustó. Sus amigos cineastas y productores le advirtieron que la cinta iba a ser un fracaso.
 
Uno de ellos era Brian de Palma, famoso por dirigir Carrie o Scarface, fue más allá y le dijo a Lucas: Es la peor película de la historia”. Solamente Steven Spielberg tuvo fe en la obra de Lucas. 
 
El director de La lista de Schindler, E.T. El Extraterrestre, Tiburón y otras fue más allá. Spielberg predijo que Star Wars se convertiría en un filme de culto y haría millonario a Lucas, quien realmente estaba atemorizado por el fracaso. 
 
La voces de sus detractores sonaron tanto en su cabeza que decidió no acudir al estreno mundial de Una nueva esperanza, el 25 de mayo de 1977 en el teatro Chinese Graunman de Los Ángeles. Lucas prefirió irse a Hawái con su familia y la de Spielberg donde idearon Indiana Jones. 
 
El tiempo le dio la razón a Spielberg sobre Star Wars. Y no solo eso, Lucas también ganó notoriedad con la saga de Indiana Jones en la década del 80 con Harrison Ford como protagonista, el mismo que le dio vida a Han Solo, uno de los personajes más carismáticos de Star Wars.
 
Las influencias
Aunque Scorsese, Francis Ford Coppola y otros laureados directores afirmen que la obra de Lucas no es cine, resulta que desde hace cuatro décadas, fans, críticos y analistas han discutido los trasfondos, influencias, analogías y paralelismos en el contenido de Star Wars. De hecho, el universo ficticio creado por Lucas es muy complejo. Crear una triple trilogía no es fácil. Y ese es mérito exclusive de Lucas.
 
Más allá de los temores que Lucas tenia antes del estreno de Una nueva esperanza, lo que en 1977 era una película del género space ópera fue convirtiéndose en un ícono cultural y de mercadeo, que ha despertado decenas de debates acerca de su concepción. 
 
Uno de ellos es el hecho que Lucas haya escrito y producido una segunda trilogía a finales de la década de 90 y el nuevo milenio como precuela (una historia previa a otra ya conocida). 
 
Con eso, las tres primeras cintas que se estrenaron entre 1977 y 1983 corresponden a los episodios IV, V y VI, mientras que los otros de 1999 a 2005 se ambientan con capítulos I, II y II. La segunda trilogía fue dirigida por Lucas.
 
El origen de Star Wars se remonta a 1973, dos años después de estrenar su filme de ciencia ficción THX 1138, que curiosamente produjo Coppola, uno de sus detractors actuales con Scorsese.
 
Hace 46 años Lucas escribió un borrador de 13 páginas con una historia de aventuras futuristas, que se inspiraba en textos medievales (centradas en las historias del Rey Arturo), las historietas futuristas de Flash Gordon, más los filmes La fortaleza oculta (Akira Kurosawa, 1958) y El planeta de los simios (Franklin Schaffner, 1968). 
 
A Lucas no le convenció ese boceto hasta que se encontró con el libro The Hero With a Thousand Faces (publicado en 1949), del profesor de mitología Joseph Campbell. Desde entonces, Lucas pulió más sus textos hasta 1974. 
 
El creador de Indiana Jones recordó las cintas del Oeste que vio durante su niñez en la década del 50, después de la II Guerra Mundial que finalizó un año después del nacimiento del cineasta en Modesto, California. 
 
Quienes conocen la obra de Lucas reconocen su influencia en Kurosawa, quien era fan confeso de los western que dirigía John Ford, el cuatro veces ganador del Oscar. De hecho, filmes como Los 7 samuráis, de Kurosawa, tienen referencia de cintas de vaqueros. 
 
Por esa razón, en la trilogía original, muchos analistas consideraron a Star Wars como un ‘western de samuráis en el espacio’. 
 
Otro rasgo western es la vida en la frontera. Luke Skywalker, su personaje estelar, interpretado por Mark Hamill reside en el desértico planeta Tattoine. De igual forma Owen y Beru, los tíos de Luke, quienes son como una especie de granjeros.
 
En Tattoine, la cabaña tradicional de las praderas es reemplazada por una cueva en las dunas. Lo vaquero también se percibe en el traje que usa Han Solo y su forma de desenfundar su arma. 
 
Kurosawa se inclinaba para sus largometrajes por los géneros gendai-geki o drama contemporáneo y el jidai-geki o drama de época. Eso también explica el origen del vocablo ‘jedi’, que es el nombre de la organización de caballeros unidos por su creencia y percepción de la Fuerza (el campo de energía metafísica que rige en la ficción de Star Wars).
 
De hecho, la fuerza es definida en diferentes perspectivas, incluida la espiritual.
 
En todo caso, los jedis son quienes pelean para conservar la paz y la justicia en la República Galáctica, según el guión que originalmente escribió Lucas para Una nueva esperanza. 
 
Las referencias asiáticas son evidentes con el sable de luz o espada láser, muy semejante al que usan los samuráis. También se puede relacionar con la idea de la monarquía arturista (según la literatura británica) que inspiró a Lucas para su primer borrador de 13 páginas porque el sable de Star Wars es parecido a una espada medieval, con la diferencia de que su hoja es luz y energía. 
 
Los acontecimientos de Star Wars que plantea Lucas se ambientan en una galaxia de nombre desconocido y en tiempo no especificado donde habitan humanos más otras especies extraterrestres procedentes de los numerosos planetas y satélites que forman dicha galaxia y pertenecen a la alianza de planetas de la República Galáctica. 
 
Otros personajes recurrentes son los robots y los droides. Aquello de la República Galáctica es otro de los puntos de debates y analogías, pues a Star Wars se la ha comparado muchas veces con el Imperio Romano e incluso con el nazismo. 
 
Los sesgos políticos
La República es inicialmente un sistema político democrático, pero corrupto, que se convierte en dictatorial, en un imperio, a través del canciller Palpatine (Ian McDiarmind), el responsable de que Anakin Skywalker (Hayden Christensen) se pase al lado oscuro y se convierta en Darth Vader (encarnado por seis actores en la saga), pese a que fue elegido y entrenado para ser un líder jedi.
 
El rasgo autócrata de Palpatine es relacionado con el Imperio Romano, además de la presencia de senados en su sistema de gobierno. En Star Wars, el senado galáctico está situado en el planeta Coruscant. 
 
El género épico del también inspiró a Lucas. La carrera de vehículos espaciales, conocidos en el mundo Star Wars como podracers, se relaciona con las cuadrigas del Imperio Romano, que aparecen en la película Ben-Hur (1959). 
 
Otro paralelismo es con el fascismo de la II Guerra Mundial, a través de líderes como Benito Mussolini y Adolfo Hitler. Aquello es notorio en la forma en que ellos se dirigen a la gente, al igual que los emperadores romanos, siempre en balcones y con el brazo derecho levantado en señal de poder. En la saga es visible con personajes como Palpatine y Darth Vader. 
 
Incluso el sistema de formación y marcha imperial con los stormtroopers (soldados imperials) es semejante al de los ejércitos nazis, con bloques definidos; y el casco de Darth Vader es parecido al de los soldados nazis. Ese accesorio también evoca al kabuto, el casco que se usaba en el Japón medieval. 
 
Las trilogías
Cada trilogía tiene sus personajes estelares. En la primera destacan Luke Skywalker (Hammill), Leia Organa (Carrie Fischer), Obi Wan Kenobi (Alec John Guinness y Ewan McGregor), Darth Vader (varios actores), Han Solo (Harrison Ford), Chewbacca (Peter Mayhew, Joonas Soutamo y Marc McNamara), Yoda (Frank Oz), C3-PO (Anthony Daniels) y R2D2 (Kenny Baker y Jimmy Vee en la actualidad).
 
La segunda trilogía se basa en los orígenes de Dark Vader, a través de Anakin Skywalker (Christensen), padre de Luke y Leia. La princesa Padmé (Natalie Portman) es la madre.
 
La última trilogía se ambienta 30 años después de lo ocurrido en la primera. Ahí Luke, Leia y Solo aparecen envejecidos, incluso mueren. Los personajes protagonistas para la nueva generación son Rey (Daisy Ridley), Finn (John Boyega) y el malvado Kylo Ren (Adam Driver). 
 
Rey es una carroñera, que en realidad es nieta de Palpatine (Mc Diarmid), pero ella en lugar de ceder al lado oscuro prefiere ser una jedi y hasta se autodenomina Skywalker. Finn es un soldado imperial desertor del lado oscuro y amigo de Rey, mientras que Kylo Ren, el álter ego de Ben Solo, es nieto de Darth Vader.
 
Es también hijo de Han Solo a quien asesina y de Leia Organa, la ex princesa convertida en generala para la última trilogía. 
 
No existe un registro oficial de cuántos clubes de fans tiene Star Wars. Nombres como 501st Legion, Orden Jedi, Orden 66 Internacional y más agrupan a seguidores de la saga por décadas. Son los mismos que se disfrazan de los personajes durante los estrenos de las películas y la celebración del Día de Star Wars, cada 4 de mayo.
 
En nuestro país existen los grupos Star Wars Fan Club Ecuador y Legión 501 Ecuador.
 
Según José Luis Gardella, de Legión 501, un cosplayer con temática de Star Wars puede invertir entre $2.000 y $4.000 para lucir como un personaje de la saga.
 
Depende de la complejidad del traje y de la exigencia de su usuario.
 
Además de los estrenos y el May the Fourth with you (en referencia a la frase “may the force with you”, traducida como “que la fuerza te acompañe”), los fans en Ecuador suelen visitar fundaciones y hospitales oncológicos para animar a los enfermos, al estilo de los “clowns”.
 
Todo eso sin mencionar la magia que ha creado la música orquestal de John Williams, reconocible en temas como La Marcha Imperial (que siempre anunció la presencia de Darth Vader), la tecnología y demás.  
 
Por todo eso, Star Wars es más que una saga. Es, para muchos, un estilo de vida, una cultura nacida hace más de cuatro décadas, que finaliza con El ascenso de Skywalker. Todo es mérito de George Lucas. Él decidirá si en algún futuro crea una cuarta trilogía. El tiempo lo dirá.