Reclutamientos, abortos y amenazas: la cruda realidad de las mujeres en entornos criminales de Ecuador
Ecuador reporta más de 200 femicidios en sistemas criminales, según un reporte de la Fundación Aldea.
La violencia de género en contextos delictivos aumenta en Ecuador. En lo que va del año se han reportado 224 femicidios en ese tipo de entornos, con mujeres y adolescentes reclutadas bajo apariencia de romances. Su vida cotidiana ha cambiado por completo: el simple hecho de estar cerca de un pandillero tiene consecuencias letales.
Un reciente estudio de la Fundación Aldea explica que las mujeres y niñas están en una mayor situación de vulnerabilidad frente a contextos dominados por el crimen organizado. Este año, la entidad ha identificado que los asesinatos de las víctimas son cada vez “más sanguinarios, misóginos y sistemáticos”.
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Del primero de enero al 15 de noviembre del 2025, Ecuador registra 349 muertes violentas por razones de género. De ese número, 224 femicidios se han cometido en sistemas criminales. Además, el 78% de los delitos contra mujeres y niñas se ejecutaron con armas de fuego.
Según Aldea, todos los asesinatos de mujeres y niñas perpetrados por bandas deben entenderse como crímenes corporativos, es decir, que son ejecutados por miembros armados que actúan en nombre de una estructura de poder.
“Hoy, en Ecuador, los cuerpos de mujeres y niñas están siendo utilizados como despojo, botín de guerra: para mostrar poder, marcar límites, ejecutar venganzas o sembrar terror. No importa si son hijas, hermanas, parejas, familiares, vecinas o transeúntes: para estas estructuras, son cuerpos disponibles para matar”, describe la Fundación.
Por otro lado, la Fiscalía General del Estado tiene cifras aún más alarmantes. En lo que va del año se han reportado 678 muertes violentas de mujeres a nivel nacional, de ese número la entidad categoriza 49 crímenes como femicidios y 629 como otro tipo de muertes.
Las zonas más conflictivas para las mujeres son Guayas, Manabí, Los Ríos, El Oro y Pichincha, de acuerdo al Ministerio Público.
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RECLUTAMIENTO DE MUJERES
Actualmente, las mujeres que viven en zonas conflictivas están bajo acecho de grupos criminales, según reveló una investigación del International Crisis Group, una organización que entrevistó a más de 100 personas para elaborar un análisis sobre el incremento de la violencia en Ecuador.
El documento, publicado el 12 de noviembre del 2025, menciona que muchas mujeres jóvenes y niñas a menudo son atraídas o forzadas a delinquir, y pueden pagar con su vida por estas asociaciones.
Las bandas delictivas reclutan a mujeres bajo la apariencia de relaciones románticas. “Les tocan la puerta y les dicen: ‘Quiero que seas mi mujer’”, explicó un expandillero a Crisis Group. “Hay gente que termina cediendo”, agregó.
El informe revela que “los líderes criminales ofrecen seguridad y dinero a las familias a cambio de sus hijas, a quienes tratan como si fueran de su propiedad, y niñas de tan solo doce años son sometidas a explotación sexual y trata”.
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Una vez que ya forman parte de estos grupos criminales, las mujeres no ocupan puestos de liderazgo, sino que son relegadas a tareas administrativas como el cobro de extorsiones y registros financieros. Además, verifican que las drogas para la venta al por menor estén bien empacadas y vigilan la presencia de policías, detalla el informe.
Muchas de estas mujeres también terminan embarazadas y, en algunos casos, incluso son forzadas a tener abortos e incluso los bebés pueden ser utilizados como una forma de control por parte de la delincuencia organizada, según alertó el ‘Estudio cualitativo sobre el impacto del crimen organizado en mujeres, niñas y adolescentes’ de la ONU, publicado el año pasado.
Aquel análisis menciona que hay casos en los que las mujeres impulsan juicios de alimentos, pero luego los retiran por las amenazas que reciben ellas o sus familiares. Al final terminan en el círculo del crimen o peor: son asesinadas por sus propias parejas inclusive desde las cárceles.
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TRASTOQUE A LA VIDA COTIDIANA
Pero no solo las mujeres implicadas en organizaciones criminales corren riesgo, las otras mujeres y niñas también enfrentan represalias si simplemente se percibe que están cerca de un grupo rival.
El análisis de Crisis Group pone como ejemplo a Flor de Bastión, un barrio del norte de Guayaquil y una de las zonas más violentas de la ciudad. Ahí los vecinos manifestaron que el simple hecho de que una mujer sea vista con un hombre de una pandilla rival puede ser una sentencia de muerte.
Al mismo tiempo, el estudio identifica otro patrón: las mujeres suelen actuar como mediadoras con las pandillas y facilitan el acceso a servicios públicos y humanitarios, pero lo hacen bajo constantes amenazas.
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La vida cotidiana de las mujeres en zonas conflictivas, sobre todo de la Costa ecuatoriana, también se ha visto trastocada en el sentido que ni siquiera pueden salir a la calle por temor a morir.
Un ejemplo de ello, es el relato de una integrante de una fundación en Manabí, quien contó a la ONU:
Ante esta situación, los expertos recomiendan el fortalecimiento del tejido social, mecanismos de denuncias anónimas y protocolos de seguridad entre Estado y organizaciones que brindan atención a víctimas de violencia.