Destinos prohibidos: los países de Latinoamérica que EE.UU. considera peligrosos
Los ciudadanos estadounidenses son alertados por el Departamento de Estado respecto a los países que deben evitar visitar en Latinoamérica por el riesgo alto que representan.
El mapa de alertas de viaje del Departamento de Estado de EE.UU. para 2025 revela un panorama preocupante en Latinoamérica, donde varios países han alcanzado los niveles más altos de riesgo para ciudadanos estadounidenses. Las clasificaciones van desde el Nivel 1 de "ejercer precauciones normales" hasta el temido Nivel 4 de "no viajar bajo ninguna circunstancia", y algunos destinos latinoamericanos han sido ubicados en las categorías más severas debido a una combinación letal de crimen organizado, inestabilidad política y riesgos de seguridad extremos.
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Haití y Venezuela se encuentran bajo alertas de Nivel 4 "No Viajar", mientras que países como Argentina, El Salvador, Paraguay, Suriname y Guayana Francesa han sido catalogados entre los lugares más seguros con calificación de Nivel 1. La actualización más reciente de estas alertas ha sorprendido tanto a la industria turística como a los gobiernos regionales, especialmente considerando que algunos países han experimentado cambios dramáticos en sus clasificaciones de seguridad.
Los países latinoamericanos más peligrosos
El Departamento de Estado pondera varios factores críticos al emitir sus alertas, incluyendo niveles de criminalidad, amenazas terroristas, disturbios civiles, preocupaciones de salud y la posibilidad de desastres naturales. En el contexto latinoamericano, estas evaluaciones han resultado en clasificaciones que reflejan realidades devastadoras, donde Haití y Venezuela encabezan la lista con alertas de Nivel 4 "No Viajar".
Haití presenta un colapso institucional total con violencia de pandillas que ha convertido al país en prácticamente ingobernable, mientras que Venezuela mantiene su estatus crítico debido a la arbitrariedad en la aplicación de leyes locales, el riesgo de detención injustificada de ciudadanos estadounidenses y la presencia limitada de servicios consulares.
Colombia ocupa una posición preocupante con clasificación de Nivel 3, donde el Departamento de Estado insta a los viajeros a mantenerse alejados de áreas específicas debido a amenazas de secuestro y actividad de grupos armados ilegales. La actualización de abril de 2025 refleja preocupaciones persistentes sobre la seguridad en regiones rurales y fronterizas donde la presencia estatal sigue siendo limitada.
Por el contrario, países como Argentina, El Salvador, Paraguay, Suriname y Guayana Francesa han logrado la codiciada clasificación de Nivel 1, representando los destinos más seguros de la región, mientras que México mantiene un Nivel 2 con seis estados específicos elevados a la máxima alerta tras la actualización del 12 de agosto de 2025.
¿Cómo interpretar y actuar según las alertas de viaje?
Las alertas del Departamento de Estado utilizan un sistema estratificado de cuatro niveles que va desde "Ejercer Precauciones Normales" hasta "No Viajar", donde cada clasificación indica el grado de precaución recomendado para los viajeros estadounidenses.
El Nivel 1 representa las condiciones más seguras con precauciones estándar de viaje internacional, mientras que el Nivel 2 requiere precaución aumentada debido a riesgos elevados de seguridad.
México actualmente se encuentra en esta segunda categoría, lo que significa que los viajeros pueden visitar el país pero deben mantenerse especialmente alertas y evitar las seis regiones que mantienen clasificación crítica de Nivel 4.
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Los niveles superiores representan advertencias progresivamente más severas: el Nivel 3 sugiere reconsiderar el viaje debido a riesgos serios que requieren planificación exhaustiva y medidas de seguridad rigurosas, mientras que el Nivel 4 constituye la advertencia más severa de "no viajar bajo ninguna circunstancia".
Los países en esta categoría máxima presentan riesgos que van más allá de lo aceptable para ciudadanos estadounidenses, incluyendo la posibilidad real de muerte, secuestro prolongado o la incapacidad del gobierno estadounidense de proporcionar asistencia consular efectiva.
Comprender este sistema es crucial para tomar decisiones informadas, ya que las clasificaciones se revisan y actualizan regularmente basándose en condiciones cambiantes de seguridad, estabilidad política y capacidad de respuesta consular.