Un niño británico de 4 años ganó una de las dos batallas en su salud. Se trata de Archi Wilks, quien pudo recuperarse del coronavirus mientras enfrena un extraño cáncer desde enero de 2019. Para ese entonces, al pequeño Archie identificaron una neuroblastoma avanzada, que afecta las fibras nerviosas a lo largo de la médula espinal.
La familia Wilks decidió encerrarse en su hogar y solicitar todo lo necesario a domicilio para evitar contagiarse. A pesar de eso, Archie contrajo el virus. En plena quimioterapia, él presento síntomas característicos del coronavirus, tales como la fiebre, tos y cansancio. "Fue aterrador ser trasladado a la sala de coronavirus, ya que no teníamos información real sobre cómo un niño en su posición podría hacer frente a la epidemia", explicó el padre de Archie.
Al sexto día de hospitalización, en la que llegó estar conectado a un respirador, mostró mejoría. En sus redes sociales, el padre de Archie dio la noticia que su hijo estaba “del otro lado del virus, sin tos y sin necesidad de oxígeno. Afortunadamente, fuimos muy cautelosos, nos aislamos temprano y completamente”, comentó.