Durante los últimos días ha circulado en redes sociales la preocupación por una supuesta “ola de frío” que afectaría al territorio ecuatoriano. Sin embargo, el Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (INAMHI) se ha pronunciado para aclarar los rumores y brindar información oficial sobre las condiciones climáticas que se presentan actualmente en la región andina y otras zonas del país.
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La inquietud surgió a partir de la presencia de un frente frío que avanza sobre el sur del continente sudamericano, generando bajas temperaturas en países como Argentina, Bolivia, Uruguay y el sur de Brasil. Este fenómeno, aunque sí está afectando esas regiones, no tendría un impacto directo en Ecuador, ya que se encuentra geográficamente más al norte y su clima está influenciado por otros factores locales y regionales.
Según el INAMHI, en Ecuador es normal que durante esta época del año se registren madrugadas frías, especialmente en la Sierra. Esto se debe al ingreso de masas de aire seco y al incremento de la radiación solar durante el día, lo que provoca un enfriamiento rápido en horas de la noche. Es un comportamiento climático esperado, que se presenta todos los años entre los meses de junio y agosto, por lo que no se trata de un evento extraordinario.
La institución recalcó que no existe una "ola de frío" como tal en el país. Para que se considere una ola de frío, deben cumplirse ciertos parámetros técnicos, como una disminución sostenida de temperaturas durante varios días consecutivos y con valores extremos, lo cual no se ha reportado hasta el momento en el territorio ecuatoriano.
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El INAMHI hizo un llamado a la ciudadanía a mantenerse informada por canales oficiales y evitar la difusión de noticias sin sustento científico. También recomendó a la población de la Sierra tomar precauciones ante las bajas temperaturas en horas de la madrugada, especialmente en sectores vulnerables, pero reiteró que no hay motivos para emitir una alarma generalizada.
Si bien el frío está presente en varias provincias del Ecuador, no se trata de una situación fuera de lo común ni relacionada directamente con los eventos meteorológicos del cono sur. La vigilancia y monitoreo continúan por parte de las autoridades, quienes publicarán actualizaciones oportunas si las condiciones climáticas llegaran a cambiar.