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Michael Reid: “El Socialismo del Siglo XXI tiene parte de la responsabilidad por la situación económica en Ecuador”

jueves, 16 julio 2020 - 01:20
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Michael Reid, columnista de la revista The Economist que escribe bajo el seudónimo Bello, y periodista de habla inglesa con mayor conocimiento de Latinoamérica, analiza la crisis del COVID-19 en la región y en Ecuador. “El Socialismo del Siglo XXI tiene una parte significativa de la responsabilidad por la situación económica”.

Ningún periodista de habla inglesa tiene mayor conocimiento sobre América Latina que Michael Reid, el columnista de la revista The Economist, que firma bajo el seudónimo Bello (NdR: en honor a Andrés Bello, uno de los personajes más relevantes del humanismo liberal hispoamericano).

Reid trabaja en The Economist desde 1990, pero su interés por América Latina surgió en sus años estudiantiles universitarios en que estuvo en España. Pero cuando visitó América Latina, por primera vez en 1980, “me fascinó el sentido de posibilidad en la región, de que mucho estaba por hacerse. Al nivel individual encontré a muchos latinoamericanos encantadores e interesantes (incluso me casé con una)”, dice.

Esa fascinación lo ha llevado a vivir en México y Brasil como corresponsal y editor de la región para la misma revista, y a escribir dos libros profundos donde hace una disección muy cercana a la realidad de los problemas y desafíos latinoamericanos. Con escarpelo de cirujano, en esta entrevista hurga en la postpandemia de la Covid-19, que será particularmente dura para la región.

Usted escribió un libro sobre América Latina, al que considera un continente olvidado. Después de la pandemia, ¿será un continente perdido?
La pandemia ha tenido un impacto particularmente grave en América Latina por las condiciones de la región, que arrastra una crisis económica de diez años, sus sistemas democráticos de política bastante personal, y por otro lado el impacto sanitario ha sido fuerte a pesar de los intentos de varios gobiernos de imponer confinamientos.

¿Cuáles países cree que saldrán mejor de la crisis?
La pandemia todavía no ha terminado. Sin embargo, pienso que países como Uruguay y Costa Rica han podido contener de mejor manera el virus. Otros como Perú y Chile, en cambio, tienen sistemas económicos más sólidos y sus exportaciones están más diversificadas, por lo que creo que estarán en el futuro relativamente mejor.

¿Qué impacto tiene el Socialismo del Siglo XXI en esta crisis para los países que han gobernado?
Venezuela ya tenía una situación de desastre económico y crisis humanitaria antes de la Pandemia. Sus condiciones se agravarán. Ecuador tiene una dificultad especial debido a su economía dolarizada y su falta de reservas financieras. Rafael Correa terminó la presidencia después de un boom petrolero histórico y lamentablemente no dejó fondos de reserva; la economía quedó con su competitividad erosionada. El gobierno de Lenin Moreno no ha podido adoptar medidas contra cíclicas, porque no tiene dinero y ha hecho recortes. Pienso que Socialismo del Siglo XXI tiene una parte significativa de la responsabilidad en la crisis por la situación económica.

En Ecuador hubo deuda y despilfarro.
Al menos Rafael Correa invirtió parte de la bonanza petrolera en infraestructura. No obstante, es un patrón conocido en América Latina que los gobiernos populistas, en años de boom, dejan a países endeudados y luego vienen épocas difíciles. Sin embargo, las poblaciones tienen recuerdos positivos y a veces por esta razón hacen selecciones electorales posteriores equivocadas

¿Cuál será el impacto político posterior a la pandemia?
No es fácil de contestar porque no sabemos cómo esta va a terminar, ni cuáles serán sus impactos en la salud y la economía. Los gobiernos que han optado por medidas de confinamiento drástico han experimentado un aumento en su popularidad, pero eso puede ser pasajero. Hay gobiernos populistas en dos países más grandes de la región (Brasil y México) y los dos presidentes han intentado negar el significado de la pandemia. En ambos casos, la población va a terminar culpándoles a los dos; esto puede resultar una mala publicidad para el populismo en la región.

Hay un argumento según el cual los gobiernos democráticos que manejan la información con transparencia e intentan enfren tar la pandemia se van a beneficiar, pero cuando la gente está más pobre, ha visto morir a familias y amigos, puede tener una reacción antigubernamental. Es complejo y muy temprano para evaluar.

¿Hay riesgos de dictaduras, por ejemplo, en Brasil u otros países que fueron afectados por levantamientos en octubre 2019?
Aunque la democracia en la región ha ganado estabilidad, la historia no es estática. En Brasil hay un riesgo serio de una intervención militar y eso es preocupante. Esto se debe al peso que han adquirido en el gobierno las fuerzas armadas y su politización por parte de Bolsonaro. En el resto de los países no estoy tan seguro. En el conflicto reciente en Chile, las Fuerzas Armadas se replegaron y dejaron a las fuerzas policiales el mantenimiento del orden.

¿Cuán grande es el riesgo de más populismo en próximas elecciones en 2021?
El populismo es un componente en el ADN de la política de América Latina. Básicamente es una consecuencia de la extrema desigualdad y de la dependencia económica de los recursos naturales en la economía, lo cual genera una imagen falsa de riqueza. Por ello, el discurso de que “si eres pobre es por culpa del gobierno y/o el imperio, y es porque te están robando”, impacta. Sin embargo, pese a que las desigualdades se mantienen, hay más conexión en la región con el mundo y más capacidad para responder al populismo, con políticos modernos y capaces.

Sin embargo, muchos líderes se niegan a dejar el escenario.
Eso tiene que ver con la debilidad de los partidos políticos a nivel mundial y la prevalencia de la corrupción en Latinoa mérica. La corrupción es el resultado de la debilidad y también la falta de independencia del poder judicial, y se convierte en un incentivo adverso para la participación de personas capaces y honestas. Pero la democracia necesita de partidos políticos, y de políticos. Si bien hubo un resurgimiento de un clivaje ideológico similar al de la guerra fría con Hugo Chávez, que desdibujó a los partidos tradicionales, hay nuevos partidos en la región con visión de mercado y compromiso social.

Pero han fracasado, como lo hizo Mauricio Macri.
Heredó una situación difícil, pero cometió errores. Por lo general pienso que los hombres de negocios no necesariamente son buenos políticos, porque el modelo de liderazgo es muy diferente. En empresa es vertical y demanda control, en la política es negociación y trabajo de equipo.

¿Cree que habrá cambios en Venezuela?
No veo un cambio a corto plazo, pero como dice el refrán, ‘no hay mal que dure cien años ni cuerpo que lo resista’.

 

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