Escuelas de negocios encaminan el desarrollo profesional
¿Qué tienen en común Jensen Huang (Nvidia), Satya Nadella (Microsoft), Ignacio Galán (Iberdrola) y Shantanu Narayen (Adobe Systems)? A más de ser considerados por Harvard Business Review como los mejores CEO del mundo, también se han destacado por su preparación académica, muestra de ello son los títulos de Ph.D., MBA, diplomados y especialidades que han acumulado a lo largo de su carrera. Y es que el denominador comúnde los ejecutivos de éxito del nuevo siglo es la búsqueda del desarrollo profesional.
César Espinoza, director del área de Negocios de ESAI Business School de la UEES, señala que los directivos, al igual que su equipo, están a la búsqueda de actualizarse y de adquirir herramientas para implementarlas en sus organizaciones. “Muchos empresarios tienen amenazas globales y si no son capaces de alinearse en los campos de formación de vanguardia, ponen en riesgo la sostenibilidad de sus organizaciones”, advierte. En este sentido, las escuelas de negocios se han vuelto centros de entrenamiento directivo, pues permiten enriquecerse no solo con conocimientos teóricos, sino también con la experiencia empresarial de sus profesores y su relación con el sector. Quienes cursan en ellas son profesionales con cargos de responsabilidad, jefes a nivel medio y alto o dueños de empresas. Su edad fluctúa entre los 28 y 50 años.
Al momento de elegir a una institución de este tipo, se suelen analizar aspectos como: prestigio, calidad en la estructura académica y que los contenidos sean aplicables en el trabajo. Otra motivación es el emprendimiento y la creación de startups. ESAI, por ejemplo, cuenta con materias que permiten aplicar los conocimientos de los participantes en nuevas ideas, además de experimentar, madurar y lanzar proyectos. Actualmente, mantiene acuerdos de colaboración y contratos para misiones académicas cor tas con el Tecnológico de Monterrey, Universidad Adolfo Ibáñez de Chile, Tulane University, Marketing School of Management y Georgetown University.
Certificaciones
Estudiar en una escuela de negocios con acreditaciones y convenios internacionales ofrece grandes ventajas, pues éstas a más de legitimar la calidad de la enseñanza recibida abren puertas a nivel internacional. Dependiendo del tipo de convenios, los alumnos se pueden beneficiar de investigación conjunta, períodos intensivos de estudios, doble titulación, intercambio estudiantil o de profesores y de membresías a redes académicas.
IDE Business School, por ejemplo, obtuvo a finales de 2018 la acreditación internacional de AMBA (Association of MBAs). El director de la División de Egresados, Wilson Jácome, explica que con la AMBA sus graduados establecen contactos a nivel internacional con otros egresados y son parte de una red que brinda asesoramiento y apoyo en carreras, bolsa de trabajo internacional, eventos, acceso a investigaciones y más. “Una acreditación internacional obliga a las escuelas de negocios a estar en una mejora permanente para ser acreditadas nuevamente”, destaca. Jácome resalta además el enfoque en la enseñanza e investigación que reciben los estudiantes de MBA en una escuela de negocios. En el caso del IDE, añade, todo su cuerpo docente tiene grados de MBA y Ph.D., es multidisciplinar y tiene experiencia profesional en dirección de empresas.
Otro aspecto importante es la internacionalización. Al respecto, Xavier Ordeñana, decano de la ESPAE, Espol, asegura que la globalización y la industria 4.0 están redefiniendo el lugar de trabajo y promoviendo el relacionamiento con equipos de varias nacionalidades y culturas, razón por la cual abrir fronteras es clave. Los alumnos de maestrías de la ESPAE tienen acceso a estas experiencias en reconocidas escuelas de negocios como INCAE, ESAN, KEDGE, CATIE o Audencia Business School. Además, sus graduados pueden aplicar al programa internacional Master in Leadership de EADA Business School en Barcelona, España. Las principales fortalezas de la ESPAE son sus acreditaciones AACSB y AMBA y la producción intelectual de sus profesores. “AACSB nos permite pertenecer a Beta Gamma Sigma y formar parte de un selecto grupo de 600 escuelas de negocios, entre más de 12.000 en el mundo que ofrecen networking internacional para sus alumnos. Es una oportunidad única para conectarse con más de 875.000 empresarios y profesionales en 90 países”, enfatiza Ordeñana.
Formalización
En los últimos años, la educación continua ha registrado un importante aumento en la oferta de programas y cursos ejecutivos, muchos de ellos dictados a título personal por profesionales o centros sin acreditaciones o respaldos académicos.
A decir de la directora de la Escuela de Empresas de la Universidad San Francisco de Quito (USFQ), Ana María Novillo, el crecimiento de esta modalidad de formación se da por la falta de formalidad en la educación empresarial no solo en el Ecuador, sino toda Latinoamérica.
Como una forma de garantizar los más altos estándares de calidad en sus programas, la institución obtuvo en 2016 la acreditación International Association for Continuing Education and Training (IACET), la cual permite formalizar los estudios de educación continua. Otra acreditación que obtuvo es la entregada por la International Society for Performance Improvement (ISPI), la cual avala programas que promueven el mejoramiento del desempeño profesional y organizacional.
La directiva asegura que a futuro, debido a que las oportunidades laborales serán más globales, los profesionales no solo requerirán de un título que diga cuántas horas participó en una escuela de negocios, sino que certifique la calidad de la educación y todo el soporte que recibió.
