“Ecuador no puede dejar de contratar deuda porque tiene fuertes desequilibrios”
Para Richard Martínez, Ministro de Economía y Finanzas, quien calificó de inédita la negociación de los bonos Global, este acuerdo permitirá acceder a más recursos de organismos multilaterales. Pero esto debe ir de la mano con una optimización del tamaño del Estado. “Reducir gasto público y, al mismo tiempo, generar ingresos que ayuden a la consolidación fiscal”.
P: ¿Por qué cree que se llegó a una negociación inédita, como usted la calificó en su momento?
R: Porque actuamos con responsabilidad y transparencia. Dimos una señal de nuestra seriedad al pagar los bonos 2020 en marzo de este año, para evitar que el país caiga en un default (incumplimiento) que hubiera complicado cualquier acercamiento de negociación con los acreedores externos, y bloqueado el flujo de futuros recursos al país.
Estructuramos una estrategia integral de negociación de la deuda sustentada en el diálogo constructivo. Supimos demostrar a los grupos de acreedores la delicada situación económica del Ecuador y presentamos una oferta que buscaba aliviar el gran peso que la deuda comercial representa a los ecuatorianos. Esto fue comprendido por los acreedores y en su inmensa mayoría se aceptó la propuesta del país.
P: El alivio es inmediato pero el problema no está solucionado. A pocos meses del término de este Gobierno, ¿cuáles serán las acciones en este tiempo y qué sugiere a futuro
R: Las acciones del gobierno continuarán priorizando cuatro ejes: preservar la salud de todos; asegurar la alimentación de la población; reactivar la economía para proteger el empleo; y cuidar el esquema de dolarización. Hay que considerar que también se avanza en un proceso de optimización del tamaño del Estado, y en el acceso a nuevos recursos que lleguen al país como financiamiento. Hay que seguir abriendo espacios a la inversión privada en todos los sectores y proteger a los más vulnerables. Asimismo, hay temas relacionados con la eficiencia que van más allá del gobierno central; se ha trabajado en reformas en las empresas públicas para mejorar su gobernanza y que sean competitivas.
P: ¿De qué forma se pueden generar nuevos recursos teniendo en cuenta la problemática del país y del mundo?
R: Que seamos un país confiable y creíble nos sigue abriendo las puertas. Trabajamos con el FMI para poner un nuevo acuerdo en marcha, acorde, efectivamente, a la actual realidad del Ecuador y el mundo. Este acuerdo le permitirá al país acceder a más recursos de los organismos multilaterales. Del mismo modo, avanzamos en los diálogos para concretar fuentes de financiamiento por aproximadamente 2.400 millones de dólares con China, de los que se estima que este año se desembolsen 1.800 millones y la diferencia durante los primeros meses del 2021.
P: El proceso de renegociación con China, ¿limita al Ecuador en otros temas como, por ejemplo, obras anteriores cuestionadas y la cercanía de las flotas de ese país a las Galápagos?
R: Nosotros, como Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), nos encargamos del aspecto financiero, siguiendo las competencias que la Ley prevé para el ente rector de las finanzas públicas. Por ende, las contrapartes chinas del MEF son instituciones financieras. Las demás instituciones se encargarán de cada aspecto en función de sus competencias.
Por ejemplo, en el caso del MEF, como anunciamos en varias ocasiones, se ha trabajado con China para alcanzar una reprogramación del calendario de pagos y logramos ya con el Banco de Desarrollo de China tener un diferimiento en el flujo de pagos del capital por 12 meses de 417 millones de dólares.
P: ¿La renegociación China incluirá petróleo?
R: Es importante precisar algunos aspectos. Por un lado, no todos los préstamos otorgados por bancos chinos se celebraron de forma concurrente con un contrato de venta de petróleo; y, por otro lado, en transacciones donde existen contratos de préstamo y contratos de venta de crudo vigentes, una reprogramación de los pagos de deuda no contempla la venta de crudo adicional a largo plazo.
A efectos ilustrativos, esto fue lo que ocurrió en el reperfilamiento de los USD 417 millones de la línea IV (de crédito) con el Banco de Desarrollo de China, existente desde abril de 2016. No se comprometió más crudo y, de hecho, Petroecuador reprogramó la entrega de volúmenes, quedándose con mayor disponibilidad de crudo en el corto plazo.
Además, es importante acotar que una cosa es el contrato de financiamiento competencia del MEF y otra distinta es el contrato comercial de las ventas de petróleo que realiza Petroecuador a China. Finalmente, en estas reprogramaciones de la deuda con China no hay garantía petrolera de por medio y no se entregará más petróleo de lo originalmente establecido en el contrato comercial.
P: Pese a estas renegociaciones, Ecuador necesita más recursos por el déficit de este año. ¿Cómo cortar esta dinámica en la que los egresos superen los ingresos y sigamos, a largo plazo, adquiriendo deuda que no podemos pagar?
R: En la negociación de la deuda hay una reducción del espacio asociado a esa deuda y del flujo; esto no implica obtener más recursos, por eso se tiene que seguir trabajando de manera paralela en la consecución o llegada de más recursos para cerrar la brecha de financiamiento en este año.
Estamos desarrollando una estrategia conjunta para obtener más recursos de los organismos multilaterales y de China, y que este dinero fresco se lo destine a la atención social y a profundizar la reactivación económica.
Ecuador no puede dejar de contratar deuda porque tiene fuertes desequilibrios que necesitan del soporte financiero, pero hay un camino ya trazado de dar sostenibilidad a la deuda pública, que conlleve a que en los próximos años regrese al límite legal del 40% del PIB. Pero paralelo a esto se tiene que seguir optimizando el tamaño del Estado, haciéndolo más eficiente y así reducir el gasto público y, al mismo tiempo, generar ingresos que ayuden a la consolidación fiscal.
