Política de Estado
Antes de los dos años de vida, las conexiones neuronales crecen de 700 a 1.000 por segundo, creando las bases para la salud de un niño, su capacidad para aprender, funcionar y florecer cuando sea un adulto. Los nutrientes adecuados permiten ese desarrollo. Sin ellos, no importan los esfuerzos posteriores, esos niños estarán en desventaja frente a los demás infantes de su misma edad. Se enfermarán con más frecuencia, serán físicamente más débiles, tendrán problemas de aprendizaje y como adultos serán menos productivos y exitosos. Por esta razón, el principal problema de Ecuador no es la inseguridad o la falta de oportunidades, sino la Desnutrición Crónica Infantil. Tres de cada 10 niños menores de dos años, la padecen y a pesar de ser un país con abundantes recursos naturales, Ecuador ocupa el cuarto lugar en desnutrición en América Latina después de Honduras, Haití y Guatemala.
El presidente Guillermo Lasso se propuso bajar la tasa de 23,2 por ciento de Desnutrición Crónica Infantil en seis puntos, al término de su mandato. En dos años y medio, ha bajado en tres puntos porcentuales y de haber completado el período probablemente hubiera logrado el objetivo. Pero como en la política nacional, la memoria y el reconocimiento son cortos, salvo que se cuente con un Estado de propaganda como en la época del correísmo, no se ha dado el suficiente crédito a este esfuerzo vital para la transformación de la vida de esos niños beneficiados por el programa del combate a la Desnutrición Crónica Infantil. El programa ha trabajado con el apoyo de organismos internacionales especializados y con la participación de la empresa privada y la sociedad civil y sus frutos comienzan a visualizarse. Por lo mismo, los dos candidatos que aspiran a suceder a Lasso deben comprometerse a continuarlo, evitando desandar lo recorrido. De ganar Luisa González debería abandonar el sesgo ideológico que caracterizó a su mentor, que en la época de mayor bonanza económica en la historia del país no consiguió sacarnos del sótano de las tasas de Desnutrición Crónica en la que se encuentra todavía Ecuador y trabajar sobre lo que ya existe. Igualmente, de ganar Daniel Noboa debe continuar el trabajo empezado para que al final de los 18 meses que le correspondería gobernar bajar esos tres puntos adicionales prometidos por Lasso. El combate a la Desnutrición Crónica Infantil necesita ser una política de Estado, indistintamente si gobierna la izquierda o la derecha, pues solo así lograremos un país que progrese.
