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Aberración

domingo, 8 octubre 2023 - 15:45
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    La última de las tantas crisis que ha tenido el Consejo de Participación Ciudadana me trajo a la memoria la descripción que hacía un antiguo profesor de la Universidad de Kansas delos sistemas políticos de la región: “Parecen las tiendas de los anticuarios, con piezas que nadie quiere comprar, por inútiles”. El Consejo es una pieza única en los regímenes democráticos concebida por sus creadores para concentrar el poder con el engaño a los ciudadanos de que participaban en la selección de los funcionarios para controlar al poder y en la investigación dela corrupción. Los escogidos en la década del correísmo no controlaron ni tampoco investigaron la corrupción: el ejemplo más palpable está en una cárcel en Miami, esperando un juicio por lavado de activos, el contralor 20/20: Carlos Pólit Faggioni.

    Cuando se escogió un Consejo de Participación transitorio para arreglar los desafueros del primero, hubo algo de mejoría en la selección de los funcionarios, como la Fiscalía, la Corte Constitucional, pero se colaron algunas frutas indebidas como el defensor del Pueblo, hoy en prisión y un Consejo Nacional Electoral de decisiones cuestionadas. Después, se resolvió que los miembros del Consejo de Participación sean elegidos y volvieron los males. Desde 2019, han pasado cuatro presidentes distintos: dos de ellos fueron destituidos uno por delitos y dos por irregularidades y ahora los recién llegados también han dado claras muestras de lo perniciosa que es la institución, queriendo abrogarse atribuciones para servir a los intereses del partido que los auspició: una prueba más de lo inconveniente que es para la democracia tener esta absurda institución.

    En realidad, el Consejo no debió existir nunca pues la participación ciudadana por principio no puede provenir del Estado, pues su objetivo es vigilar al mismo. Segundo, duplica funciones de otras instituciones: como la Contraloría y la Fiscalía, encargadas de investigar y judicializar los actos de corrupción. Finalmente, no hay forma de seleccionar a sus miembros para evitar que cometan abusos. Esta institución debería desaparecer pues es una aberración

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