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¡Salvemos nuestra jubilación!

jueves, 13 febrero 2020 - 04:12
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    El IESS se lleva la quinta parte de  tu sueldo y muchos políticos te  quieren convencer que es “por  tu bien” y que “el IESS es de los afiliados”. Pero la realidad es muy distinta… ¿Puedes acaso decidir cuánto  y en dónde invertir tu ahorro? ¿Sabes cuánto recibirás al jubilarte? ¿Sabes cuánto has acumulado? La triste  realidad es que el IESS es un botín de  los gobernantes de turno a quienes ni  siquiera podemos pedir cuentas, peor  impedir que se farreen nuestro dinero.
     
    Los ciudadanos debemos volver  a ser el centro y objetivo de la seguridad social. La única manera de lograrlo es devolviéndonos el poder de  elegir. Expliquemos. El gran problema del IESS es que es un monopolio  estatal que no necesita rendir cuentas a nadie, que puede tomar decisiones que no benefician a sus afiliados  y, sobre todo, que no tiene incentivos  para mejorar porque sus clientes son cautivos. No importa qué tan mal haga las cosas, no podemos retirarnos y  buscar otro proveedor.
     
    Afortunadamente, existen alternativas. Los ciudadanos debemos recuperar la libertad de elegir cómo se  usa la quinta parte de nuestros salarios. Para lograrlo, hay que permitir  la creación de fondos para jubilación  privados que compitan con el IESS  para ganarse el favor de los clientes.  Entonces, las cosas cambian, y los  afiliados volvemos a ser importantes porque solo nos quedaremos en  un fondo para jubilación que nos trate bien y nos retiraremos de aquellos  que no lo hagan.
     
    Para que este esquema funcione,  el IESS también tiene que prepararse  para competir. Se deben crear cuentas  individuales en sustitución del barril  sin fondo a donde ahora van nuestros  ahorros. Entonces, quienes decidan  permanecer en el IESS, podrán monitorear cómo crecen sus capitales. El  IESS tendrá que esforzarse por retener y ganar nuevos afiliados mejorando permanentemente sus servicios.
     
    Adicionalmente, el aporte estatal  que actualmente entrega el gobierno  para el pago de las pensiones jubilares, se utilizaría como un subsidio para quienes tienen los niveles más bajos de aportaciones y que no podrán  acumular lo suficiente para su jubilación. Este beneficio sería entregado a  quienes cumplan con estas características sin importar a qué fondo para jubilación estén afiliados.
     
    Mientras seguimos impávidos, el  IESS está debilitándose debido a decisiones políticas que incrementaron  alegremente los beneficios a sus afiliados a pesar de no contar con financiamiento. Porque ha sido caja chica de gobiernos gastadores. Porque  los gastos de operación, al igual que  en el resto de instituciones públicas,  subieron aceleradamente: la nómina  del IESS pasó de 10.134 personas en  2007 a 36.616 en 2019.
     
    El tiempo apremia. Para cumplir  con sus obligaciones, el IESS se está  “comiendo” sus ahorros. Si el Gobierno no tiene los recursos para cumplir  con el aporte del 40 por ciento para el  pago de pensiones jubilares, la reserva del seguro de pensiones desaparecerá en 2024… Salvemos nuestras  jubilaciones, atrevámonos a pensar  diferente, ¡antes de que sea demasiado tarde!

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