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Manzana envenenada

lunes, 30 noviembre 2020 - 11:42
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    Por Alberto Acosta-Burneo
     
    Para enfrentar la pobreza generada por la crisis actual, el  correato nos propone crear  una renta básica universal de 400  dólares mensuales para un millón  de familias. Suena tentadora la propuesta, pero ¿de dónde saldrán los  4.800 millones de dólares anuales  requeridos para este programa? La  respuesta es: del aire. ¿Cómo?
     
    Proponen pagar este nuevo  beneficio emitiendo dinero electrónico. Igual que cuando teníamos sucres, los políticos gastadores quieren recuperar la emisión de  dinero para seguir gastando ilimitadamente. Haciendo gala de miopía e ignorancia económica, creen  que el secreto para generar bienestar es tener una “impresora de billete”. Echándola a andar, todos seremos ricos ¡Bingo!
     
    Lamentablemente, la realidad  es muy distinta. Si la impresión de billetes generara bienestar, el Ecuador durante la agresiva emisión  de sucres de la década de los  90 hubiese sido una tierra de  abundancia. En la práctica,  la emisión agresiva de dinero  es un impuesto perverso: la inflación. Este impuesto lo pagan  los más pobres, porque tienen  ingresos fijos y no pueden defenderse de la pérdida de poder  adquisitivo. Recordemos cómo el  sucre alcanzaba para comprar cada día menos (¡llegando a requerirse 25.000 sucres para comprar un  dólar!). ¿Queremos retornar a esa  época con el dinero electrónico?
     
    Que nos quede claro que  no es la cantidad de dinero  la que genera bienestar, sino su calidad o poder de  compra. La pobreza no  se combate emitiendo más dinero, sino generando
    más empleo, impulsando el círculo virtuoso de ahorro-inversiónproducción. Esto exige de reformas estructurales profundas para  hacer del Ecuador un país atractivo para invertir.
     
    Mientras tanto, hay que paliar la  pobreza fortaleciendo el programa  de transferencias en efectivo a los  ciudadanos más necesitados (Bono  de Desarrollo). Esto implica sustituir los subsidios que no siempre llegan a los más necesitados (combustibles, gas, etc.) por transferencias  en efectivo a más personas que sí lo  requieren. No te comas esta manzana envenenada: renta básica universal financiada con dinero electrónico será el fin de la dolarización.

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