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In-seguridad social

viernes, 4 agosto 2023 - 12:11
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    La seguridad social es como la estafa piramidal Ponzi... funciona mientras existen nuevos afiliados, porque paga a los afiliados anteriores con los fondos de los afiliados nuevos. Pero este esquema es viable solo mientras aumentan los afiliados. En Ecuador, la pandemia redujo los afiliados, y todavía hoy, existen menos que en 2019. A esto se suma que la población está envejeciendo y que cada día tendremos menos aportantes por cada jubilado (se requieren ocho afiliados cotizantes para financiar un jubilado, y solo tenemos cinco). Para evitar que la seguridad social colapse, necesitamos reformas urgentes. La solución es sencilla: nivelar aportaciones versus prestaciones. Esto significa decidir entre limitar coberturas o elevar aportaciones. Existe una propuesta de una comisión especializada basada en ajustar coberturas. ¿Cuáles?

    1RO. Modificar parámetros: exigir cinco años adicionales de aportes para jubilación (el cambio será gradual); la pensión se calculará sobre los 30 mejores años de aportes (y no sobre los cinco actuales) y se aportará sobre los décimos.

    2DO. Focalizar subsidio: los pensionistas reciben un subsidio estatal del 40 por ciento de suspensiones. Pero se trata de un subsidio regresivo, es decir, beneficia más a quien tiene mayores ingresos. La propuesta es eliminar esta inequidad creando una pensión básica igual para todos los jubilados y que se financia con el subsidio estatal y una pensión variable en función del aporte individual. También se busca limitar el peso que tiene este subsidio en el fisco a un máximo del tres por ciento del PIB (actualmente representa1,8 por ciento del PIB). Así se evitará que se agoten recursos fiscales necesarios para otros temas prioritarios: salud y educación.

    3RO. Incentivar el ahorro: crear una cuenta de ahorro para la vejez a los 21 años. A esa cuenta se puede aportar libremente. El empleador recibe un incentivo tributario y el empleado una exención del Impuesto a la Renta.

    4TO. Jubilación patronal: se transformará en un aporte obligatorio mensual del uno por ciento desde el primer día de trabajo. Este ahorro será de propiedad del empleado. En la actualidad, muy pocos trabajadores reciben jubilación patronal (la mayoría son despedidos antes de cumplir 20 años con un mismo empleador).

    Hasta ahí la propuesta. Son propuestas graduales e interesantes. Nuestro objetivo final debe ser devolver a los ciudadanos el poder de elegir sobre su jubilación. Que podamos escoger la entidad pública o privada que maneje nuestros fondos previsionales en cuentas individuales, manteniendo el subsidio en una pensión básica. Con pasos pequeños... llegaremos lejos.

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