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¡Feliz 2021!

martes, 29 diciembre 2020 - 11:27
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    POR ALBERTO ACOSTA-BURNEO
     
    Este 31 de diciembre no faltarán motivos para “quemar al viejo”: el COVID-19,  la crisis fiscal, la crisis productiva, la destrucción de empleos y la  pobreza. Como propósito de año  nuevo abandonemos el emocionalismo que nos encadena al populismo económico y empecemos a confiar en la razón para cambiar todo  aquello que estamos haciendo mal.  Estos son algunos de los desafíos:
     
    1ro. INCENTIVOS: La inversión es el motor del crecimiento y  de la generación de bienestar. El tratamiento tributario a la producción  debe ser competitivo en relación  con otros países de la región. Actualmente, Ecuador castiga la inversión con una carga corporativa del  42,5 por ciento (15 por ciento participación de trabajadores, 25 por  ciento impuesto a la renta y 10 por  ciento a los dividendos), mientras  que el promedio regional es de 31,6  por ciento. Otro incentivo perverso  es el ISD, que impulsa a los ecuatorianos a sacar dinero al exterior por  la expectativa creíble de que su tasa  sea incrementada en el futuro.
     
    2do. COMPETITIVIDAD: Implica abrir mercados externos para ahorrar en el pago de aranceles en nuestras exportaciones. En paralelo a la  liberación del flujo de capitales,necesitamos una legislación financiera  moderna que impulse la internacionalización bancaria para reducir tasas de interés. Reemplacemos la sustitución de importaciones por una  política de reducción de costos, eliminación de la sobrerregulación estatal y exceso de trámites. Creemos una  nueva ley laboral que legisle solo los  principios básicos y permita que las  partes lleguen a sus propios acuerdos.
     
    3ro. CRISIS FISCAL: Frente al  exceso de gasto, el desafío es priorizar los fondos públicos en el ciudadano: invertir en salud, educación  y seguridad; reducir todo lo demás.
    Adicionalmente, trabajemos en la  calidad del gasto (no más obras sobredimensionadas e innecesarias) y  en la transparencia (no más contratos a dedo entre compadres).
     
    4to. SEGURIDAD SOCIAL: Devolvamos a los ciudadanos el poder  de decisión sobre sus ahorros previsionales. Permitamos la competencia en la seguridad social, la creación  de cuentas de capitalización individual junto con subsidios para grupos  vulnerables que no alcanzan un piso  mínimo de jubilación.
     
    Somos los actores de nuestro  destino. Las mejores decisiones se  toman dejando a un lado las pasiones y usando la razón. ¡Que este sea nuestro propósito del nuevo  año! ¡Feliz 2021!

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