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¡Debemos autoprotegernos!

lunes, 27 abril 2020 - 11:09
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    Por: Alberto Acosta-Burneo
     
    El escenario más probable es que  el covid-19 esté entre nosotros  hasta que aparezca una vacuna o una cura efectiva (podría tomar  hasta 18 meses). Esto significa que  las cuarentenas totales y forzosas,  inviables por tanto tiempo, deben  ser complementadas con medidas de  protección voluntaria, para que la actividad productiva continúe.
     
    En los momentos de extrema dificultad, las personas tienden a buscar  un “salvador”, a quien están dispuestos a ceder toda su libertad a cambio  de sus “soluciones”. Sin embargo, el  resultado siempre es el mismo: decepción. En economía, así como en la  lucha contra el covid-19, es imposible  que una sola persona, o a un grupo  reducido de ellas, encuentren la solución por sí solas. Mientras más complejo es el desafío, mayor es la necesidad de impulsar la acción de todos  los ciudadanos. 
     
    Cualquier estrategia basada en  el autoritarismo está condenada a  naufragar, igual que la planificación  central es incapaz de ordenar exitosamente a la sociedad usando mandatos coercitivos. Los planificadores  están condenados al fracaso porque  creen, arrogantemente, que la información  que poseen para tomar decisiones es completa. Pero la información es subjetiva y está dispersa; cada  individuo tiene una realidad única.  Entonces, ¿cuál es la alternativa?
     
    Enfrentar al covid-19 con una estrategia que permita a los ciudadanos  adoptar medidas voluntarias, en base a su realidad y tomando decisiones  bien informadas. Las autoridades sanitarias deben proveer información  oportuna y recomendaciones de cómo actuar; descentralizar la actividad  de los laboratorios y liberar la compra de insumos. Las cuarentenas forzosas se aplicarían solo en los lugares  con incidencia crítica, al tiempo que  en el resto del país los individuos deben aplicar sus propias medidas de  autoprotección e, incluso, cuarentenas voluntarias en caso de requerirlo.
     
    ¿Qué medidas de autoprotección debemos desarrollar? Esbozo algunas ideas: nuevos  protocolos de comportamiento social  (mantener distanciamiento incluso  en saludos); crear  estándares de desinfección acordes a la necesidad de cada actividad productiva; tener desinfectantes de manos disponibles; controlar la temperatura al ingreso a lugares de reunión  (escuelas, centros comerciales, etc.),  reducir el aforo (restaurantes, hoteles); acuerdo voluntario entre empleadores y trabajadores en relación con  horarios, lugar de trabajo, etc.; aplicar cuarentenas voluntarias por ejemplo cuando se detectan muchos casos  de fiebre en una escuela, sin aplicar a  todas las escuelas cuando el resto no  las necesita.
     
    Aprovechemos las herramientas  tecnológicas para la enseñanza, distribución de productos, transporte de  personas y trabajo remoto. Los trámites públicos y privados pueden realizarse en línea evitando aglomeraciones. Aprendamos del éxito de Taiwán  al enfrentar al covid-19 con medidas  flexibles que han dejado campo para  que los individuos adopten sus propias iniciativas y tengan los incentivos de ser más cuidadosos para proteger a sus clientes y a sí mismos. La  vida después del covid-19 no será la  misma, es momento que los ciudadanos asumamos nuestra responsabilidad en combatir este virus. 

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