Opinión: Vivienda adecuada
Más de 2,7 millones de hogares sufren de déficit habitacional en Ecuador, país que tiene 4,7 millones de viviendas construidas, pero se desconoce cuántas de estas cumplen con los siete elementos establecidos por la ONU para ser consideradas "adecuadas".
La vivienda adecuada -reconocida como un derecho en los instrumentos internacionales- debe cumplir con seguridad en la tenencia, asequibilidad, habitabilidad, accesibilidad, ubicación, adecuación cultural y disponibilidad de servicios, materiales, instalaciones e infraestructura.
Toda la población debería beneficiarse de una vivienda adecuada, pero más aún las personas con discapacidad. Sin embargo, este 3 de diciembre, Día Mundial de las Personas con Discapacidad, encuentra a Ecuador en deuda con este grupo vulnerable, al que no le se ofrece una adecuada igualdad de oportunidades y justa inclusión social.
Según cifras oficiales, en Ecuador el 3,01% de las personas tienen algún tipo de discapacidad permanente, y aunque el Ministerio de Vivienda ha desarrollado planes habitacionales con rampas de acceso, barandas, un baño accesible, entre otros, estos elementos no siempre son seguros.
A lo largo y ancho del país, hay viviendas con pisos que no son antideslizantes, duchas con bordillos que impiden el paso de sillas de ruedas o rampas que terminan en caminos de tierra, lo que deja ver una planificación desconectada del entorno urbano.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que la mejora de las condiciones de la vivienda puede salvar vidas, reducir la pobreza, prevenir enfermedades, mejorar la calidad de vida y ayudar a mitigar el cambio climático, entre otros.
Este es un trabajo que involucra a toda la sociedad, especialmente al Gobierno Nacional, las autoridades locales, los responsables de la elaboración de planes de vivienda y constructores.
El artículo 30 de la Constitución de Ecuador apunta que "las personas tienen derecho a un hábitat seguro y saludable, y a una vivienda adecuada y digna, con independencia de su situación social y económica".
La nueva administración debe asegurarse de tener personal capacitado y comprometido con la accesibilidad, que vele porque las construcciones sean integrales, con una correcta ventilación e iluminación, en armonía con el entorno, respetando la naturaleza, e incluyendo micro huertos y espacios verdes.
Tener espacios de esparcimiento ayuda también a combatir la depresión, enfermedad que, según la OMS, es una de las principales causas de discapacidad en el mundo.
Ecuador, que ratificó en 2008 la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, debe asumir un compromiso serio para cumplir con la normativa existente, que la realidad evidencia que no se ha aplicado a cabalidad.
