Clasificación de residuos en Ecuador: ¿cómo contribuir desde los hogares?
En Ecuador hay más de cinco millones de hogares registrados, según el último Censo de Población del INEC. De estos, más del 60 por ciento clasificó sus residuos orgánicos (de origen animal o vegetal) e inorgánicos (papel, metal, vidrio, cartón, etc) en el 2023.
Aunque con esta cifra parecería que los residuos y su manejo post consumo es un tema controlado, no es así. Por un lado están quienes no saben cómo separar sus residuos porque no les enseñaron o no aprendieron a categorizar, limpiar y almacenar de la manera correcta.
Luego están quienes sí lo hacen, pero no saben dónde entregarlos porque los camiones de basura no tienen un sistema de recolección diferenciada. Es decir, todos los residuos se mezclan y terminan en botaderos o rellenos sanitarios que contaminan el ambiente.
La gestión de residuos está a cargo de los Gobiernos Autónomos Descentralizado (GADS) y actualmente hay 221 municipios.
"Cada uno tiene su propia gestión, tiene diferente cantidad de personas y también distintos presupuestos. Entonces hay un tema político, financiero y de normativa de por medio. Siempre decimos que la gestión de residuos es el servicio básico más olvidado", explica Claudia Andrade, cofundadora de ReciVeci, uno de los emprendimientos de reciclaje inclusivo en Ecuador.
Andrade, quién además es especialista en economía circular cree que el secreto para resolver estos problemas está en el trabajo conjunto de todos los actores de la sociedad: ciudadanía, gobiernos y recicladores de base.
Pero, para lograrlo, se necesita tiempo. Varios estudios sugieren que para que un país separe y gestione bien sus residuos se necesita un período de transición de entre 50 y 80 años. Es decir, más de una generación.
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¿QUÉ PODEMOS HACER?
Cuando existe un manejo inadecuado de los residuos sólidos, las afectaciones no tardan en aparecer: se contaminan los suelos, los océanos, se aumenta la transición de enfermedades y de gases de efecto invernadero que calientan el planeta.
En Ecuador, ya existen iniciativas que llegan como una alternativa para contrarrestar este problema. Por ejemplo, ReciVeci, que fue fundada por tres mujeres y que funciona con apoyo de voluntarios, tiene una aplicación digital que conecta a la ciudadanía con los recicladores de base.
“La aplicación te da dos opciones: identificar al reciclador más cercano para entregarle tus residuos y también ir a nuestras estaciones de reciclaje que las encuentras en nuestros mapas digitales”, explica Claudia Andrade.
La “ReciApp”, funciona a nivel nacional y cuentan con puntos físicos de atención en Quito, Guayaquil y Cuenca. La empresa, además, creó una asociación de Recicladores de Base para capacitarlos, identificarlos y ahora pertenecen a la Red Nacional de Recicladores del Ecuador (RENAREC). Ellos recolectan los residuos de uso domiciliario como: papel, cartón, tetrapack, latas y vidrio.
Pero no solo esos materiales forman parte de la cadena de reciclaje, también hay desperdicios electrónicos. La última información ambiental sobre hogares del INEC muestra que más del 81 por ciento de los hogares ecuatorianos bota las pilas con la basura común después de cumplir su vida útil.
Reciclaelectronic es una de las pocas compañías a nivel nacional que está autorizada por el Ministerio del Medio Ambiente para procesar los residuos electrónicos. Esta empresa nació en 2017 en Guayaquil y solo trabajaban con tarjetas de memoria. Luego expandieron sus actividades y ahora recolectan todo tipo de aparatos eléctricos-electrónicos.
“Lo hacemos en los hogares y en las empresas que generan estos residuos. Cuando estos llegan a la planta, separamos los que pueden ser recuperados para que estén la mayor cantidad del tiempo posible en vida útil”, señala Gustavo Marriot, director y fundador de Reciclaelectronic
Los equipos que no pueden ser reparados son desensamblados y separados de acuerdo a su tipo. Los desechos peligrosos se lo entregan a un gestor ambiental para que tengan un tratamiento y disposición adecuada, mientras los materiales aprovechables como chatarra ferrosa, aluminio o cobre se reintegra a procesos productivos en Ecuador.
Los que no se pueden aprovechar como las tarjetas electrónicas, los envían al exterior para recuperar metales preciosos como el oro, plata, aluminio, paladio y cobre.
Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) planteados por Naciones Unidas buscan que se realizan distintas acciones para combatir el cambio climático, entre esas contar con una mejor gestión de residuos sólidos. Pero esto no será posible si los esfuerzos se dan por separado y no se define un plan de acción que sirva para todos.
