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El 2020: un año dorado para el ciclismo ecuatoriano

miércoles, 30 diciembre 2020 - 02:55
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La categoría y nivel que tuvo la Vuelta Ciclística al Ecuador 2020, tanto en aspectos organizativos como regulatorios, la posicionan como una de las mejores de su historia.

“Me sentí con piernas ese día y con buenas sensaciones. Era la última etapa y estaba empatado en tiempo con el segundo y a siete segundos del tercero. Pero esa fue nuestra ventaja: saber manejar el tiempo, controlar la fuga e ir delan- te del pelotón. Así pude ganar la Vuelta”, es el testimonio de Santiago Montenegro, ganador de la Vuelta Ciclística al Ecuador, en su edición 37.

A pesar de que no ha habido una constante en los últimos años por llevar a cabo la competencia, la Concentración Deportiva del Pichincha (CDP) realizó un convenio con la Federación Ecuatoriana de Ciclismo (FEC) para organizar la Vuelta los próximos tres años. Así lo confirmó Jaime Ruiz, presidente de la CDP. Explicó que su principal mo- tivación es posicionar a los ciclistas ecuatorianos dentro del radar inter- nacional y que el deporte se desarrolle lo suficiente en el país.
 
Y la magia que tiene la Vuelta Ciclística ecuatoriana parte desde la geografía del país. La Vuelta al Ecuador tuvo un recorrido de 785 kilómetros que atravesó seis provincias del Ecuador, entre la Sierra y Costa: Carchi, Imbabura, Pichincha, Manabí, Sucumbíos y Santo Domingo de los Tsáchilas. Como dato adicional, cada una de las etapas tuvo el nombre de un destacado ciclista ecuatoriano.
 
La primera etapa, denominada Jhonatan Narváez (ciclista del equipo INEOS que ganó una etapa en el Giro de Italia), fue de media montaña. La travesía arrancó en San Miguel de Los Bancos a 2.000 metros sobre el nivel del mar y bajó hasta las playas de Pedernales. La segunda etapa, también de media montaña, la llamaron Miryam Núñez (ganadora de la Vuelta Ci- clista a Colombia). Esta volvió a subir desde la Costa hasta Santo Domingo. La tercera etapa fue en reconocimiento a uno de los competidores, Byron Guamá, que recorrió Machachi y descendió de nuevo a Olmedo, cantón de Manabí.
 
La prueba de mayor resistencia tuvo el nombre de Jorge Montenegro (ciclista cofundador de una escuela de ciclismo), fue de montaña y cruzó San Roque hasta La Estrellita, donde se alcanzaron altitudes superiores a los 3.000 metros. La quinta etapa, también de montaña, partió desde el Playón de San Francisco, en la provincia de Sucumbíos, y llegó hasta Atuntaqui. Finalmente, la sexta etapa llevó el nombre de Richard Carapaz, el campeón del Giro de Italia 2019 y segundo lugar en la Vuelta a España 2020. La etapa fue llana y llegó hasta el monumento de la Mitad del Mundo, en Quito.
 
El cambio que siente el ciclista por las altitudes, clima y hasta la estabilidad del camino, hacen que la exigencia sea mayor. Sin embargo, para Montenegro, esto representa un aspecto donde el ciclista se prueba así mismo en la disciplina.
 
La Vuelta al Ecuador 2020 fue de categoría UCI 2.2 (de la Unión Ciclista Internacional), es decir, la de un nivel oficial en el deporte. Lo que se tradujo a una mayor inversión y repartición de premios, así como también la participación de equipos internacionales.
 
Para lo primero, se logró el auspicio del Banco Pichincha, mientras para lo segundo se invitaron a equi- pos continentales e internacionales. En total, fueron 16 equipos que rodaron en el torneo ciclístico: los continentales Best PC Ecuador y Canel’s Pro Cycling de México; los equipos nacionales de Ecuador, Perú y Guatemala; junto a 11 equipos regionales y de clubes, entre los que se incluyó al Movistar Team Ecuador, Eagle Bikes, Saitel Team, Santo Domingo Team, Sin Fronteras Team, Montes Bike, Nariño-Superbo- ta, Cooperativa Policía Nacional-LDU, Toscana Cayambe, 100% Imbabura y Team Pichincha.
La particularidad de la Vuelta al Ecuador es que tuvo controles epidemiológicos a causa de la pandemia. El protocolo establecido por la UCI determinó que se debía organizar una burbuja sanitaria para evitar contagios de COVID-19. Por tal motivo, los ciclistas, cuerpos técnicos, dirigentes y demás colaboradores tuvieron una acreditación luego de pasar una prueba PCR negativa. Así fueron ingresados a un hotel en Quito, donde estuvieron blindados de cualquier cruce de contagios.
 
Paulo Caicedo, entrenador de ciclistas en la provincia del Carchi, cuna del deporte de dos ruedas y pedales en el país, se sorprendió por la organización de la competencia, más aún por el contexto sanitario. En lo deportivo, le llamó mucho la atención la velocidad con la que corrieron los ciclistas y el nivel que brindaron los equipos extranjeros. “La Vuelta al Ecuador estuvo tan bien organizada y disputada que el ganador se la llevó por segundos”, destacó Caicedo.
 
Montenegro ganó la Vuelta al Ecuador con apenas cuatro segundos de diferencia de su principal perseguidor, Joel Burbano, y sin haber ganado una sola etapa. Aunque él reconoció que tuvo oportunidades de ganar alguna etapa, la Vuelta la definió en la subida de Atuntaqui a La Estrellita, donde se distanció del pelotón y pudo sacar una mejor diferencia de tiempo. “Con el esfuerzo que realicé la fuga, apenas pasé la meta sufrí un desmayo por el cansancio y la altitud”, cuenta Montenegro.
 
A criterio de Santiago Guerrero, periodista especializado en ciclismo, es un aspecto que Montenegro debe mejorar. Así como también aprender a colaborar con su equipo de ciclismo.
El ciclismo ha estado internado dentro de la cultura deportiva del norte del país desde hace varias décadas. En las provincias del Carchi, Sucumbíos, Imbabura y Pichincha han salido los mejores velocistas de dos ruedas del Ecuador. Pero en el resto del país, la pandemia ha acelerado la afición por el ciclismo. Cabe destacar que este fue uno de los primeros deportes en proyectar un calendario de competencias, cuando todos los demás se encontraban suspendidos por la pandemia.
 
“Este año, que estaban programados los Juegos Olímpicos, la Copa Davis, Copa América, Eurocopa, Eliminatorias Sudamericanas, etc., el mundo vio al ciclismo. Las competencias internacionales rompieron rating en sintonía”, explica el periodista Santiago Guerrero. Él cuenta su asombro cuando en un poblado de la Sierra vio a niños que les pedían a sus pa- dres que le compren la camiseta de la Se- lección Ecuatoriana de Fútbol, pero también la del INEOS Grenadiers, el equipo de Richard Carapaz.
 
Por otra parte, Ruiz explica que la ruta por donde pasa la Vuelta está traza- da a partir de donde cruce algún pobla- do de uno de los ciclistas participantes. “La emoción que tiene la Vuelta al Ecuador cobra mayor relevancia cuando pasa por un lugar donde hay un ciclista de esa tierra. Era emocionante cuando llegábamos a Cayambe o Atuntaqui, y todo el pueblo se levantaba a ver a su ciclista”, rememora.
 
Vale recordar que las calles llenas en los poblados de la Sierra se die- ron en un contexto de pandemia y en un horario de trabajo. El ciclismo movió la misma pasión que el fútbol ecuatoriano en sus buenas épocas. Según cálculos de la Concentración Deportiva del Pichin- cha, la competencia llegó a 5,5 millones de ecuatorianos, quienes conocieron de la Vuelta por noticieros y redes sociales.
 
Del mismo modo, existe un mayor conocimiento en lo que envuelve el ciclismo en deporte. “El ecuatoriano ya va aprendiendo lo que es el ciclismo, sabe cómo se manejan los equipos, cuáles son las topografías y sus complicaciones, cómo el ciclista debe regular las velocidades”, indica Ruiz. Esta creciente afición al ciclismo es corroborada por Guerrero, quien acota que no solo Richard Carapaz y Miryam Núñez se encuentran en el radar de la población, sino también otros com- petidores nuestros como Steven Haro, Benjamín Quintero, Joel Burbano, Cristian Toro o el mismo Byron Guamá, quien llevamásde15añosenac- tividades ciclísticas, pero ahora es cuando más se lo reconoce.
 
Futuros desafíos
 
El hito de haber posicionado la Vuelta Ciclística al Ecuador 2020 en el calendario de las competencias UCI impulsa a mejorar las características del torneo. Desde la CDP, Ruiz aspira que para la próxima edición, que también será organizada por ellos, las etapas tengan un promedio de 160 kilómetros, a diferencia de la actual donde fue de 130.
 
Por otra parte, recalca la importancia de inversión en infraestructura para desarrollar espacios en ruta como en pista. “Los velódromos, que son los laboratorios de los ciclistas, es- tán colapsados, necesitan una inversión urgente”, dice Ruiz. Explicó que esta es una razón por la cual los ciclistas euro- peos toman ventaja frente a los ecuatorianos en las rutas planas.
 
Mientras que los competidores tienen un calendario más claro de las competencias que están en camino. Montenegro, por ejemplo, renovó su contrato con el equipo español Escribano y, por ahora, descansa para comenzar la pretemporada 2021. Su plan es hacer buenas carreras el próximo año y así llegar a un World Team (equipo mundial) en 2022. “Cada uno tiene sus objetivos claros y estamos para cumplirlos”, sostiene el ganador de la Vuelta al Ecuador más emotiva de los últimos años. 
  
 
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