Las propiedades medicinales del cannabis y los retos para obtener un tratamiento en Ecuador
Nelly ha luchado una dura batalla junto a su hijo, quien padece esquizofrenia. Todo empezó en el 2016, cuando percibió características diferentes en Francisco como dificultades en la concentración y bajo rendimiento académico.
Los síntomas empezaron a agudizarse cada vez más, el joven no podía dormir y tenía fuertes dolores de cabeza. La familia acudió a varios médicos de distintas ciudades para saber un diagnóstico definitivo y tratar la enfermedad.
Nelly comenta que pasaron por alrededor de 20 doctores, todos le prescribieron fármacos tradicionales, los cuales tenían efectos preocupantes, incluso empeoraba la situación.
“Sentía que estaba perdiendo a mi hijo poco a poco, parecía un zombi con tanta medicación. Al darle la medicina se suponía que le iba a calmar, pero era peor, tenía crisis terribles. Era demasiado difícil verlo en esas condiciones, como un objeto con mucha rigidez muscular y sudor”.
Incluso estuvo internado en centros psiquiátricos, donde le practicaron terapias con electroshock y permanecía dopado de pastillas antipsicóticas.
La familia ya no sabía qué hacer para recuperar a su hijo, hasta que una doctora les comentó que la esquizofrenia se puede tratar con cannabis no psicoactivo. Desde entonces, la vida de Francisco, quien actualmente tiene 18 años, cambió por completo.
“Hay una transformación bastante positiva, ya no tiene crisis en las noches. Antes tomaba la medicación y aumentaba los latidos del corazón demasiado, parecía que el corazón se le salía”, mencionó Nelly.
ENTENDAMOS EL CANNABIS
El caso de Francisco es el de muchos pacientes que quizás piensan que la única alternativa para tratar sus enfermedades es la medicina tradicional, pero también existen terapias con cannabis que pueden servir para paliar los efectos adversos de las afecciones.
Desde que Ecuador logró despenalizar el cannabis con la reforma del COIP, el 17 de septiembre del 2019, ya se ha emitido el reglamento de uso terapéutico del cannabis, las normas para el cultivo y procesamiento, así como para productos terminados.
Lo que abre una gama de posibilidades no solo para los pacientes que requieren medicinas sino también para la industria ecuatoriana.
Un informe de CannAndes, primera empresa autorizada para cultivar cannabis en Ecuador, explica que esta planta tiene miles de variantes a nivel mundial, dependiendo del suelo climático en donde se produzca, combinaciones entre subespecies y variantes en su cultivo.
Pero es el cáñamo la variante que sirve para fines terapéuticos y se cultiva en el país, esta tiene menos del 1% de THC (tetrahidrocannabinol).
La planta de cannabis contiene más de 500 compuestos orgánicos, entre los que se destacan el THC y el CBD, este último es uno de los derivados con mayores beneficios para la salud humana.
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CBD Y THC
La gran diferencia entre ambos compuestos es que el CBD no tiene efectos psicoactivos, el THC sí.
Pero ambos poseen un valor terapéutico muy significativo que se potencia cuando trabajan juntos, “se produce un efecto sinérgico”, reza el informe.
El CBD potencia determinadas propiedades del THC, como las analgésicas o las anticancerígenas, al mismo tiempo que contrarresta su psicoactividad.
¿CÓMO LOGRAR UN TRATAMIENTO CON CANNABIS?
El 15 de marzo de este año, el Ministerio de Salud emitió el Reglamento para el uso terapéutico, prescripción y dispensación del cannabis medicinal y productos farmacéuticos que contienen cannabinoides.
El documento especifica que la prescripción de productos farmacéuticos que contienen una concentración menor al 1% de THC, “queda a criterio y bajo la responsabilidad del profesional de la salud facultado para prescribir, de acuerdo a la mejor evidencia científica posible”.
Es decir que las personas pueden acudir donde su médico de confianza, de cualquier especialidad, y este puede emitir una receta normal para obtener un producto con cannabis.
Sin embargo, hay enfermedades que requieren más del 1% de THC. Son medicamentos de uso delicado que requieren una receta especial para psicofármacos que no todos los profesionales de la salud poseen.
MEDICAMENTOS
Según la Agencia Nacional de Regulación, Control y Vigilancia Sanitaria (ARCSA) aún no se ha registrado un fármaco que contenga cannabis, pero sí productos naturales de uso medicinal.
Esto ha obligado a los pacientes que necesitan medicinas con cannabis a acudir al mercado informal o importarlas. Como el caso de Nelly, quien compró un frasco de CBD, para tratar la esquizofrenia de su hijo, a 75 dólares en Colombia. Al mes gasta alrededor de 150 dólares.
“Necesitamos que esos fármacos ya se vendan en el país, con todos los registros y controles de las autoridades y que estén al alcance de nuestro bolsillo”, dijo la madre.
Así mismo, la doctora, Isabel Espinosa, experta en cannabis medicinal, comenta que en el mercado informal hay varios productos con cannabis, pero no cumplen con los estándares requeridos.
“A veces las personas no están informadas de la verdadera composición de estos productos y pueden presentar los efectos psicoactivos de la planta, que si bien no son efectos peligrosos, pueden llevarlos a tener un estado de pánico", mencionó Espinosa.
CAPACITACIÓN A MÉDICOS
Las dudas en torno al cannabis aún persisten en algunos médicos del país, prueba de ello, es la experiencia que vivió Nelly con una doctora que trataba a su hijo.
“Cuando le dijimos que íbamos a entrar con algo alternativo quiso desentenderse de la situación, porque manifestó que no está comprobado y que debería seguir tomando la medicación tradicional”.
Por ello, se creó recientemente la Fundación Ecuatoriana de Medicina Cannábica (FEMCA) que entre otros objetivos brindará capacitaciones a los médicos que quieran trabajar con cannabis.
“Hay medicamentos mucho más peligrosos y los doctores no tienen recelo en prescribir. Pero el cannabis, que es más seguro, lo estigmatizan o miran con recelo de tipo moral más que científico”, indicó Espinosa.
Por su parte, Cristina Martínez, vicepresidenta de FEMCA, recalca que es necesario cambiar la manera de pensar de los profesionales en la forma en la que se suministran los medicamentos y priorizan los mismos, refiriéndose a los procesos que se usan en pacientes que requieren cuidados paliativos (en estado terminal).
“Preferimos morfina y opiáceos pese a todas sus consecuencias, antidepresivos y ansiolíticos como caramelos, pero mitificamos a una planta milenaria”, reza un informe de la doctora publicado en diario El Telégrafo.
Agrega “es necesario escuchar el criterio de todos los profesionales y brindar las herramientas a aquellos que aún presentan inquietudes, recuperar nuestra medicina ancestral, que constituye un sello característico de nuestros orígenes”.
ENFERMEDADES
El Ministerio de Salud en el reglamento de uso terapéutico sugiere que el cannabis con menos del 1% de THC puede ser usado para epilepsia refractaria o síndromes convulsivos reacios a tratamientos convencionales.
Los medicamentos sujetos a fiscalización que contienen una concentración de THC igual o superior al 1% “se prescribirán a pacientes con las siguientes indicaciones terapéuticas de acuerdo a la mejor evidencia científica posible”:
-Síntomas encontrados en el entorno de cuidados paliativos (fase final de la vida asociada a VIH, cáncer u otras patologías).
-Tratamiento de las náuseas y vómitos asociados a quimioterapia.
-Tratamiento complementario para el alivio sintomático de la espasticidad y dolor en usuarios con esclerosis múltiple.
-Pacientes con cáncer que presenten dolores moderados a severos.
-Tratamiento complementario en el dolor crónico no oncológico de pacientes adultos.
INDUSTRIA EN CRECIMIENTO
Nina Tapia, gerente de producto de CannAndes, comentó que la industria del cannabis es una de las más prometedoras en la actualidad, debido a la diversificación de sus aplicaciones tanto terapéuticas, farmacológicas, alimenticias y de belleza e inclusive de suplementos como geles, tinturas y demás.
“Lo primero que estamos desarrollando son productos como champú, acondicionador, jabones líquidos y demás productos para el cuidado corporal. Luego vendrán productos comestibles como gomitas, aguas aromáticas o café. Y en una última etapa serían los fármacos”.
Esto con el objetivo de familiarizar a la gente con la planta y desmitificar los estigmas que aún persisten alrededor de ella.
Por lo pronto, los pacientes que necesiten medicamentos con cannabis deberán seguir esperando y buscar otras opciones a nivel internacional.