#CoaliciónPorLaDEMOCRACIA

Alberto Acosta-Burneo

Por Alberto Acosta-Burneo
 
Los resultados en la primera vuelta de las elecciones para Presidente evidencian que el país ha cambiado. ¿Cómo?
 
1RO: Continúa el declive del correato desde 2013 (cuando Correa ganó en una sola vuelta). En la primera vuelta de 2021, un 68 po ciento de los ecuatorianos votaron por un cambio. Se desvanece el hipnotismo del caudillo. El país está cansado de la política del pasado, de los insultos, la lucha de clases, la violencia, las burlas, las vejaciones...
 
2DO: La política vive un cambio generacional. A los jóvenes les interesa más la política, pero exigen un enfoque distinto, nuevo y fresco. En temas de fondo, sus intereses incluyen: medio ambiente, defensa de derechos de minorías, derechos reproductivos, diversidad sexual, movilidad urbana, etc. En la forma: quieren políticos más cercanos a los ciudadanos, nuevos canales tecnológicos de comunicación y menos acartonamiento.
 
3RO: Los votantes han revivido el centro político y rechazan posiciones extremas de izquierda o de derecha. La población demanda un mejor desempeño del Estado: servicios públicos suficientes y de calidad; ayuda emergente para enfrentar la pandemia y el desempleo. Sin embargo, también piden impulsar el emprendimiento, la producción, la innovación y la libertad de elegir qué estudiar.
 
Quienes promueven el retorno al pasado de Correa, se preparan para “gobernar  no solo cuatro  años, aspiramos a que sean 20, 50 años”. Correa espera no cometer los mismos errores que los alejaron del poder, planificando cuidadosamente su venganza: “pagarán su culpa los traidores: Teleamazonas, Ecuavisa, El Comercio, El Universo, la prensa corrupta, los banqueros, las cámaras empresariales y todo el espectro político”.
 
La oposición de centro izquierda y derecha trabaja por alcanzar un acuerdo para evitar que el correato se perpetúe en el poder. Su éxito exige ceder posiciones, asumir propuestas de sus interlocutores y llegar a una agenda mínima del futuro gobierno.
 
La última palabra la tenemos los ciudadanos. No olvidemos que en estas elecciones puedes escoger entre defender la democracia que permita un futuro de oportunidades para nosotros y nuestros hijos o el retorno al totalitarismo cargado de violencia, prepotencia, racismo, desprecio y odio. Tú decides.