Sus madres eran mejores amigas, crecieron juntos, y se casaron

Redacción Hogar

¿Alguna vez pensaste en cómo sería conocer al amor de tu vida desde la cuna? Aunque la idea suena muy difícil, fue precisamente lo que le ocurrió a una pareja en Estados Unidos.

Ruth Cohen y Shery Rosenstein se hicieron buenas amigas desde la secundaria, y desde entonces, se volvieron inseparables. Coincidentemente, ambas se embarazaron casi de forma simultánea, y sus hijos crecieron juntos.

Ruth tuvo una niña llamada Maddie, y Shery dio a luz a un varón, que lleva por nombre Adam. Los pequeños se criaron como grandes amigos e incluso asistieron a la misma escuela en varias ocasiones. Aunque sus madres veían su interacción como una bonita amistad, en el camino se convirtieron en pareja.

Lo que parece una historia de película, ocurrió con los dos pequeños: se enamoraron en la adultez, y llegaron al altar para prometerse amor eterno.

Maddie y Adam contrajeron matrimonio y su historia llegó a la revista People, en la que aseguraron que se conocen desde los cuatro meses de nacidos. Aunque al principio no se veían seguido, al cumplir los 14 años se volvieron mucho más cercanos, por lo que hacían videollamadas e intercambiaban mensajes constantemente.

"Ella era la amiga con la que podía hablar sobre todo, incluso sobre las cosas de las que no quiero hablar con ella. Había algo en ella que la hacía la mujer ideal y perfecta a mis ojos", mencionó Adam.

Cuando ingresaron a la universidad, el que se encontraran en diferentes instituciones no hizo que su vínculo desaparezca. Fue entonces que Maddie se armó de valor y visitó la facultad de Adam para tener una primera cita. Tiempo después, la pareja decidió mantener una relación formal, se comprometieron, y ahora se convirtieron en marido y mujer.