Aumentan las alertas de deforestación en la Amazonía brasileña

Gabriela Pinasco
Foto: Pixabay.

Las llamadas "alertas de deforestación" en la Amazonía brasileña, que advierten sobre posibles focos de tala ilegal, aumentaron un 33 % en el período interanual que concluyó en julio pasado, según un informe oficial divulgado este viernes.
 
De acuerdo con el Instituto de Pesquisas Espaciales (INPE), organismo que depende del Ministerio de Ciencia y Tecnología, esas alertas abarcaron en los últimos doce meses un total de 9.125 kilómetros cuadrados del mayor pulmón vegetal del planeta.
 
Esa cifra contrasta con la registrada en el período anterior, que era de 6.844 kilómetros cuadrados para julio de 2019, año en que la Amazonía sufrió los peores incendios en una década, en parte por la deforestación ilegal y también por la ancestral práctica de quemar suelos a fin de prepararlos para la siembra.
 
De acuerdo con el INPE, las llamadas "alertas de deforestación" le permiten a los organismos medioambientales del Estado reforzar la fiscalización en esas zonas, vigiladas por satélites, pero no son necesariamente un dato concreto de pérdida de vegetación.
 
Aún así, el incremento de esas alertas representa indicios que, en opinión de organizaciones no gubernamentales, vaticinan que la deforestación y los incendios en la Amazonía brasileña pueden ser incluso más graves en esta temporada de lo que fueron el año pasado, cuando la devastación de esa región alarmó al mundo.
 
Las alertas también han aumentado a pesar de que el Gobierno del ultraderechista Jair Bolsonaro, acusado por grupos de defensa del medio ambiente de relajar las medidas de protección de esa región, ha prohibido temporalmente el uso de fuego en la agricultura.
 
Los datos divulgados este viernes se suman a otros informes oficiales recientes, que evidencian un fuerte alza de los focos de incendios en la Amazonía brasileña.
 
El último, difundido hace una semana por el propio INPE, cifró en 6.803 los focos de fuego registrados en julio, con un aumento del 28 % respecto al mismo mes del año pasado.
 
En los últimos meses, el Gobierno se ha visto presionado a reforzar la fiscalización y la protección de la Amazonía hasta por poderosos fondos de inversión globales, que llegaron a amenazar con revisar sus posiciones en Brasil si no se le pone coto a la devastación.
 
El vicepresidente del país, Hamilton Mourao, quien coordina un consejo intergubernamental para la Amazonía, se ha comprometido a mejorar las políticas para la región, que este año han incluido la movilización de 4.000 soldados de las Fuerzas Armadas, que se han sumado a las tareas de fiscalización.